CIUDAD DE GUATEMALA, 1 de agosto (AFP / AP / EFE).- Estados Unidos impulsará negociaciones para alcanzar acuerdos migratorios con El Salvador, Costa Rica, Honduras y Panamá, en línea con el sellado la semana pasada con Guatemala, para frenar la migración irregular desde Centroamérica, informó este jueves un alto funcionario norteamericano.
El secretario interino de Seguridad Nacional estadounidense, Kevin McAleenan, quien visita Guatemala para dar seguimiento al pacto, dijo a periodistas que con más convenios similares se detendría la trata de personas y la migración irregular hacia su país.
En un mensaje a los medios de comunicación en el que no aceptó preguntas, el funcionario estadounidense dijo que tal y como lo señaló el presidente Donald Trump la semana pasada su Gobierno está “buscando conversar” con el resto de países para ampliar este acuerdo por cree que es “una responsabilidad regional”.
El viernes pasado, Guatemala firmó en Washington un acuerdo que, según la Casa Blanca, lo convierte en “tercer país seguro”. Bajo el convenio, quienes aspiran a pedir asilo en Estados Unidos y pasen antes por este país centroamericano, deberán hacer allí su solicitud.
McAleenan insistió en que el fenómeno migratorio es “una responsabilidad regional” y por ello Washington firmó también “un acuerdo importante con México para abordar temas de seguridad para atacar los contrabandistas” de personas.
Aseguró que con los convenios, los centroamericanos podrán optar a visas agrícolas temporales.
Lo que “se busca es trabajar con la región, dar más acceso a empleo legal en los Estados Unidos. Nosotros sí queremos que los agricultores vengan a trabajar en nuestra economía y darles protección a estos trabajadores”, dijo.
En tanto, el ministro del Interior de Guatemala, Enrique Degenhart, dijo a periodistas que espera que la máxima instancia de justicia del país, la Corte de Constitucionalidad (CC), resuelva una lluvia de amparos contra el acuerdo para determinar el camino legal a seguir.
Uno de “los escenarios” es que el pacto empiece a funcionar como un acuerdo bilateral, o que sea sometido a debate en el Congreso”, precisó.
El pacto desató una oleada de críticas en Guatemala, un país con casi 60% de pobreza, de sectores que consideran que la nación centroamericana no tiene condiciones para recibir a los migrantes y entre denuncias de que fue firmado bajo presión de Washington.
Degenhart afirmó que el acuerdo fue suscrito sin “ninguna amenaza o presión” de Estados Unidos, aunque reconoció que la advertencia de Trump de gravar exportaciones y remesas sigue vigente.
Si entrara en vigor
Guatemala y Estados Unidos firmaron el pasado viernes un convenio que, si entra en vigor, obligará a la mayoría de migrantes que atraviesan el país centroamericano -salvadoreños y hondureños- a pedir asilo allí en vez de en territorio estadounidense.
Varias organizaciones, nacionales e internacionales, han mostrado su rechazo a este convenio y la Procuraduría de Derechos Humanos, entre otras entidades, han presentado varias acciones ante la Corte de Constitucionalidad para anularlo por considerar que es perjudicial para Guatemala.
Sin embargo, los Gobierno de Estados Unidos y Guatemala han defendido en reiteradas ocasiones este pacto, han asegurado que traerá beneficios y el mismo presidente Jimmy Morales ha recordado que su homólogo Donald Trump había amenazado con impuestos a las remesas y aranceles a las exportaciones sino se rubricaba.