WASHINGTON, EE.UU., 8 de enero (AFP/EFE/AP/REUTERS).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles nuevas y “poderosas” sanciones económicas contra Irán después de los ataques de Teherán a bases en Irak que albergan soldados estadounidenses.
“En respuesta a la agresión iraní, Estados Unidos impondrá de inmediato sanciones económicas punitivas adicionales contra el régimen iraní”, dijo el mandatario desde la Casa Blanca, en un discurso de casi diez minutos y tras el que no aceptó preguntas.
No están claros los objetivos de estas sanciones económicas, dada la magnitud y amplitud de las que se encuentran ya en vigor tras sucesivas rondas en los últimos dos años, y que han provocado una aguda crisis en Irán.
En un discurso televisado y considerado una alocución especial, el mandatario también llamó a las potencias mundiales y a los aliados europeos de Estados Unidos a seguir el ejemplo de Washington y abandonar lo que queda del Plan de Acción Integral Conjunto de 2015, el pacto internacional que busca limitar las ambiciones nucleares iraníes, al tiempo que pidió a la OTAN que se involucre “mucho más” en Medio Oriente.
De ese acuerdo, impulsado por el predecesor de Trump en la Casa Blanca, Barack Obama (2009-2017), y que levantaba las sanciones económicas internacionales a Teherán a cambio de poner freno al programa nuclear iraní, Estados Unidos se salió unilateralmente en 2018.
Trump aprovechó la ocasión para cargar contra Obama, ya que, dijo, los misiles lanzados anoche desde Irán “fueron financiados con fondos hechos disponibles por la anterior Administración”, sin ofrecer pruebas al respecto.
“Todos debemos trabajar conjuntamente para hacer un acuerdo con Irán que convierta al mundo en un lugar más seguro y pacífico”, afirmó.
El gobernante aseguró que “no se perdieron vidas estadounidenses o iraquíes” por los misiles lanzados sobre dos bases militares en Irak que albergan tropas de Estados Unidos y de la coalición internacional.
Opiniones encontradas
En este sentido, indicó que, tras el lanzamiento de los misiles, “Irán parece estar retirándose, lo cual es algo bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo”.
Aunque el mandatario cerró su mensaje con un llamado a la paz, lo abrió declarando sin rodeos que nunca permitiría a Irán dotarse de un arma nuclear.
“Estados Unidos está listo para abrazar la paz con todos los que la buscan”, dijo, al concluir su alocución.
El presidente estadounidense, que enfrenta tanto un juicio político en el Congreso como una dura reelección en noviembre, se ufanó de su decisión de ordenar el asesinato del máximo general iraní, Qasem Soleimani, el viernes pasado.
Trump describió a Soleimaní, un héroe nacional en Irán, como el responsable de algunas de “las mayores atrocidades” en Oriente Medio y de “alimentar sangrientas guerras civiles” en la región, así como de “horrendos” ataques a tropas estadounidenses en Irak.
“Debería haber sido liquidado hace mucho tiempo”, dijo.
Pese a sus reiteradas críticas al multilateralismo, Trump opinó que “el mundo civilizado debe enviar un mensaje claro y unificado al régimen de Irán: su campaña de terror, muerte y caos no será tolerada más”.
Después de los ataques iraníes, Trump ha mantenido dos reuniones (una en la noche del martes y otra en la mañana del miércoles) en la Casa Blanca con su equipo de Seguridad Nacional, compuesto entre otros por los secretarios de Estado, Mike Pompeo, y de Defensa, Mark Esper, indicó en Twitter la portavoz del Pentágono, Alyssa Farah.
Esper aseguró este miércoles que Estados Unidos ha “restaurado cierto nivel de disuasión” sobre Irán luego del ataque del 3 de enero en el que mató al general iraní en Bagdad.
“Con nuestros ataques contra KH a fines de diciembre y luego nuestras acciones con respecto a Soleimani, creo que hemos restaurado cierto nivel de disuasión con ellos”, dijo Esper a periodistas, al referirse a Kataeb Hezbollah, un grupo armado iraquí respaldado por Irán. “Pero ya veremos. El tiempo dirá”, agregó.
El jefe del Estado Mayor, Mark Milley, pareció poner más reservas al efecto disuasorio de la eliminación de Soleimani.
“Creo que probablemente sea demasiado pronto para decirlo”, dijo, y señaló que los misiles iraníes disparados a las bases que albergan a soldados estadounidenses en Irak estaban “destinados a matar”.
Chipre anunció este miércoles que aceptó una petición de Estados Unidos para que albergue una unidad de reacción rápida en el caso de que diplomáticos o civiles estadounidenses tengan que ser evacuados de Oriente Medio, escenario de tensiones entre Teherán y Washington.
“Una bofetada”
El ataque del martes contra las bases de Ain al-Asad y de Arbil en Irak marcó un nuevo giro en la intensificación de la confrontación entre Washington y Teherán y elevó los precios mundiales del petróleo, aunque la cotización del crudo caía tras las declaraciones de Trump.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, calificó la ofensiva como una “una bofetada” para Estados Unidos, pero dijo que la venganza estaba por venir por el asesinato de Soleimani, jefe del brazo de operaciones extranjeras de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la república islámica.
Irán “ha demostrado que no retrocede” ante Estados Unidos, declaró este miércoles el presidente iraní Hasan Rohani, horas después del ataque con misiles contra bases iraquíes utilizadas por Estados Unidos.
Los Guardianes de la Revolución advirtieron que cualquier contraataque estadounidense se encontraría con una “respuesta aún más aplastante” y amenazaron con atacar a los “gobiernos aliados” de Israel y Estados Unidos.
Los aliados iraníes en Irak dijeron que todavía tienen la intención de vengar el ataque estadounidense del viernes en el que el comandante paramilitar iraquí Abu Mahdi al Muhandis fue asesinado junto a Soleimani.
El parlamento iraquí pidió la expulsión de las tropas estadounidenses a raíz de la operación la semana pasada.
Las palabras del mandatario estadounidense coincidieron con el tono expresado por el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, y apuntaron a la voluntad de enfriamiento de la crisis por ambas partes.
“Irán tomó y concluyó medidas proporcionadas en defensa propia. No buscamos la escalada o guerra, pero nos defenderemos ante cualquier agresión”, dijo Zarif en su cuenta de Twitter antes de la intervención de Trump en Washington.
La oficina del primer ministro de Irak dijo que había recibido “un mensaje verbal oficial” de Irán informándole que un ataque con misiles contra las fuerzas estadounidenses era inminente, pero el presidente iraquí, Barham Saleh, denunció el ataque y dijo que rechazaba los intentos de convertir a Irak en un “campo de batalla para bandos en guerra”.
Estallidos en la Zona Verde
Dos cohetes estallaron el miércoles en la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentran entre otras, la embajada de Estados Unidos, informó a la AFP un responsable de los servicios de seguridad.
Periodistas de la AFP oyeron dos fuertes explosiones en el centro de Bagdad y acto seguido se activaron las sirenas.
Este ataque se produce 24 horas después del disparo de 22 misiles iraníes sobre bases que albergan a soldados estadounidenses y de la coalición internacional en Bagdad y que no causaron víctimas.
Se trata del tercer ataque en la Zona Verde desde que un dron estadounidense mató al general iraní Qasem Soleimani y al hombre de Irán en Irak, Abu Mahdi al Muhandis, hace cinco días en la capital iraquí.
Muhandis era el número dos del grupo Hashed al Shaabi, una red de milicias armadas incorporadas a las fuerzas de seguridad iraquíes con estrechos vínculos con Teherán.
Estados Unidos acusó a los grupos Hashed de estar detrás de los ataques con cohetes a la embajada estadounidense en Bagdad y a las bases que albergan a tropas estadounidenses en el país.