
Sanae Takaichi se convirtió esta semana en la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra de Japón, marcando un precedente en la historia política del país asiático.
Su nombramiento representa un cambio significativo en el liderazgo del Partido Liberal Democrático (PLD), una organización dominada mayoritariamente por hombres desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Durante su presentación oficial, Takaichi prometió conformar un gabinete con participación femenina “comparable a la de los países nórdicos”.
Sin embargo, el anuncio de su equipo generó críticas, ya que solo designó a dos ministras, la misma cifra que en el gobierno anterior y muy por debajo del récord reciente de cinco ministras alcanzado durante la administración de Fumio Kishida.
Primera mujer al frente de Finanzas en un momento crítico
A pesar del bajo número de mujeres, el nuevo gabinete incorpora por primera vez a una ministra en la cartera de Finanzas. Se trata de Satsuki Katayama, quien tendrá a su cargo la política económica en un momento crucial marcado por la inflación, el debilitamiento del yen frente al dólar y la creciente presión internacional sobre la economía japonesa.
Otra figura destacada es Kimi Onoda, quien liderará el Ministerio de Seguridad Económica, una cartera estratégica en medio de las tensiones geopolíticas y los desafíos tecnológicos globales.

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Poder concentrado en figuras conservadoras del PLD
El resto de los ministerios clave quedó en manos de veteranos del PLD. Minoru Kihara fue nombrado portavoz del Gobierno, mientras que Toshimitsu Motegi continuará como ministro de Exteriores. Ambos son figuras con amplia trayectoria y cercanas a las corrientes más conservadoras del partido.
Asimismo, Takaichi integró en su gabinete a sus principales rivales políticos en las recientes primarias del PLD, como parte de una estrategia de unidad interna. Shinjiro Koizumi, antes ministro de Agricultura, fue ascendido a ministro de Defensa, consolidando su papel como uno de los políticos jóvenes más influyentes del país.
El reto de la igualdad de género en Japón
Aunque el ascenso de Takaichi representa un avance simbólico, Japón sigue ocupando uno de los últimos lugares entre los países desarrollados en materia de igualdad de género. Solo 72 de los 465 miembros de la Cámara Baja son mujeres, lo que refleja la persistente brecha de representación política.
Takaichi, de línea ultraconservadora, ha expresado posturas que generan debate dentro y fuera del país, como su apoyo a la ley que impide a las mujeres acceder al trono imperial o su rechazo a que las parejas casadas usen apellidos distintos.
Un liderazgo firme con visión conservadora
Admiradora de figuras como Margaret Thatcher y del expresidente Shinzo Abe, la nueva primera ministra ha delineado una agenda de fortalecimiento militar, políticas migratorias más estrictas y mayor inversión en innovación tecnológica, especialmente en energías del futuro como la fusión nuclear y la protección cibernética.
El mundo observa ahora cómo Takaichi combinará su posición histórica como primera mujer en el poder con una visión política alineada a los sectores más ortodoxos del PLD.
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