
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, informó esta mañana por su cuenta de X que, “por orden del presidente Trump”, dirigió un ataque cinético y letal contra una presunta embarcación de narcotráfico en el área de responsabilidad del Comando Sur (USSOUTHCOM).
De acuerdo con el mensaje oficial, el golpe se ejecutó en aguas internacionales frente a la costa de Venezuela, resultando en la muerte de cuatro hombres identificados como presuntos “narco-terroristas”, sin bajas entre las fuerzas estadounidenses.
Hegseth aseguró que la inteligencia norteamericana “confirmó sin duda” que el buque transportaba cantidades sustanciales de drogas con rumbo a Estados Unidos y que operaba en una ruta conocida de tráfico.
En su publicación añadió una advertencia contundente: "¡Estos ataques continuarán hasta que cesen los ataques contra el pueblo estadounidense!”

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Repercusiones diplomáticas y marco legal
El anuncio plantea preguntas inmediatas sobre derecho internacional, soberanía y proporcionalidad. Aunque el ataque habría ocurrido en aguas internacionales —donde los estados costeros tienen jurisdicción limitada—, cualquier acción militar cerca de la costa venezolana puede tensar las relaciones entre Washington y Caracas.
Hasta el cierre de esta nota no se difundió una reacción oficial del gobierno venezolano ni del USSOUTHCOM más allá del mensaje del secretario de Defensa.
Juristas y expertos en seguridad consultados en notas previas sobre incidentes similares señalan que la legalidad de un ataque de este tipo suele justificarse por Estados Unidos bajo doctrinas de autodefensa o acción contra actores no estatales que representan una amenaza inminente; no obstante, cada caso suele requerir documentación de inteligencia y, en ocasiones, coordinación o avisos a terceros países.
Qué sigue: investigaciones y respuesta internacional
Es probable que en las próximas horas y días se conozcan más detalles sobre la operación (coordenadas precisas, evidencia de la carga de drogas, identificación de los fallecidos y el papel exacto de las organizaciones vinculadas).
También será relevante observar la respuesta diplomática de Venezuela, si exige explicaciones formales o realiza denuncias ante foros internacionales, así como la postura de aliados y organismos multilaterales.
La declaración de Hegseth anuncia además que ataques similares continuarán mientras las autoridades estadounidenses consideren que subsiste la amenaza, lo que podría implicar nuevas operaciones en la región y un aumento de la presión sobre rutas marítimas y redes de tráfico de estupefacientes.
IO