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Trump y Putin cierran cumbre en Alaska sin alto al fuego en Ucrania, pero con señales de acercamiento

Los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin concluyeron en Alaska una reunión histórica sin lograr un acuerdo de paz en Ucrania, aunque ambos destacaron avances en cooperación y diálogo directo.
Ambos líderes posaron juntos en varias ocasiones, e incluso Trump invitó a Putin a recorrer un tramo en la limusina presidencial conocida como “La Bestia”
Ambos líderes posaron juntos en varias ocasiones, e incluso Trump invitó a Putin a recorrer un tramo en la limusina presidencial conocida como “La Bestia” / AP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, finalizaron este viernes en Alaska la que ha sido considerada su cumbre más relevante hasta la fecha.

Tras más de tres horas de conversaciones en la Base Aérea Elmendorf-Richardson, ambos mandatarios reconocieron avances en la relación bilateral, aunque no lograron alcanzar un acuerdo de alto al fuego en Ucrania.

Trump calificó el encuentro como “extremadamente productivo”, pese a la ausencia de anuncios concretos, mientras que Putin subrayó la importancia del contacto directo entre ambos líderes.

Posturas encontradas sobre Ucrania

El líder ruso se mostró abierto a una eventual resolución del conflicto iniciado en febrero de 2022 con la invasión de Ucrania, pero condicionó cualquier acuerdo a que se atiendan las “preocupaciones legítimas de Rusia” en materia de seguridad europea.

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Por su parte, Trump aseguró que conversaría de inmediato con sus socios de la OTAN y con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, a quien había consultado previamente sobre esta reunión.

Desde Kiev y las capitales europeas existía preocupación de que el encuentro legitimara a Putin al nivel de obtener concesiones territoriales en el Donbás, lo cual no se concretó.

Un encuentro con fuerte carga simbólica

La cumbre en Alaska marcó la primera vez que un presidente ruso pisa suelo de este territorio, que fue colonia rusa hasta 1867. Trump recibió a Putin con una elaborada ceremonia: escolta aérea de cazas F-22, alfombra roja y el sobrevuelo de un bombardero B-2.

Ambos líderes posaron juntos en varias ocasiones, e incluso Trump invitó a Putin a recorrer un tramo en la limusina presidencial conocida como “La Bestia”, donde conversaron en privado.

Un nuevo capítulo en la relación bilateral

Aunque el esperado alto al fuego en Ucrania no se alcanzó, el encuentro dejó abierta la posibilidad de nuevas negociaciones. Putin habló incluso en inglés, asegurando que “la próxima vez en Moscú”, a lo que Trump respondió: “Es difícil, pero lo podemos conseguir”.

La cumbre, que para muchos militares estadounidenses fue un hecho inédito por la presencia de aeronaves rusas en la base, simboliza el primer paso para reconfigurar la compleja relación entre Washington y Moscú en un momento de tensión global.

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