
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, llegó este viernes a la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska, para participar en una cumbre con su homólogo estadounidense, Donald Trump, cuyo objetivo principal será abordar el conflicto en Ucrania.
Este encuentro marca el primer viaje de Putin a suelo occidental desde antes de febrero de 2022, cuando Rusia inició su ofensiva militar a gran escala contra Ucrania, un conflicto que ha dejado decenas de miles de muertos y ha provocado una crisis humanitaria y geopolítica a nivel global.
Un encuentro con fuerte carga diplomática
La reunión en Alaska no solo representa un momento clave en la diplomacia internacional, sino que también envía una señal sobre la posibilidad —o no— de abrir un canal de diálogo más sólido entre Washington y Moscú.
Trump, quien ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de buscar un alto al fuego en Ucrania, recibirá a Putin en un formato que incluirá conversaciones privadas y sesiones de trabajo con las delegaciones de ambos países.
De acuerdo con fuentes cercanas a la Casa Blanca, la agenda contempla la revisión de propuestas para un eventual cese de hostilidades, aunque la parte rusa podría insistir en la inclusión de sus demandas territoriales, entre ellas el reconocimiento de las regiones ucranianas actualmente ocupadas.

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Desde el inicio de la guerra, Putin ha evitado viajar a países occidentales debido a las sanciones internacionales y a la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra. Por ello, su presencia en Alaska ha generado gran expectación y protestas de grupos contrarios a su política en Ucrania.
En las inmediaciones de Anchorage se desplegaron medidas de seguridad excepcionales, con un operativo conjunto de las fuerzas estadounidenses y personal de seguridad ruso.
Lo que está en juego
Expertos internacionales advierten que esta cumbre podría ser determinante para el futuro del conflicto.
Si bien no se espera un acuerdo definitivo en este primer encuentro, cualquier avance en materia de negociación podría abrir la puerta a un proceso de paz más formal, en el que también se considere la participación de Ucrania.
Para Trump, el resultado de esta reunión será una prueba de su capacidad de mediación en uno de los conflictos más complejos de la actualidad. Para Putin, representa la oportunidad de proyectar su influencia y romper parcialmente el aislamiento diplomático que enfrenta desde 2022.
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