
En la madrugada de este jueves 28 de agosto, Kiev fue blanco de un ataque masivo con drones y misiles rusos, el primero de gran magnitud desde el encuentro entre Vladimir Putin y Donald Trump a inicios de mes. Las autoridades locales confirmaron la muerte de cuatro personas, incluidos dos niños, además de 24 heridos.
El ministro del Interior, Ihor Klymenko, señaló que la cifra de víctimas podría aumentar conforme avancen las labores de rescate. Equipos de emergencia trabajan en distintas zonas de la capital para liberar a personas atrapadas bajo los escombros.
Daños en edificios y barrios enteros
Según Tymur Tkachenko, jefe de la administración municipal de Kiev, al menos 20 puntos de siete distritos resultaron impactados por drones señuelo, misiles de crucero y balísticos.
Un edificio residencial de cinco plantas en Darnytskyi fue alcanzado directamente, quedando prácticamente destruido. Además, un centro comercial en el centro de la ciudad y casi 100 edificios sufrieron daños, principalmente por la onda expansiva que destrozó miles de ventanas.

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Refugios en estaciones de metro
Durante los bombardeos, cientos de personas buscaron refugio en las estaciones del metro, donde permanecieron varias horas con sacos de dormir y siguiendo las noticias en sus teléfonos.
Las autoridades decretaron una alerta aérea en todo el país a partir de las 03:00 CET. La compañía ferroviaria ucraniana también reportó cortes de electricidad y retrasos en la zona central del país a consecuencia de los impactos.
Contexto del ataque
Este ataque se da en medio de la tensión diplomática tras el encuentro en Alaska entre Putin y Trump, donde se abordó el posible fin del conflicto que inició con la invasión rusa en 2022.
Pese a esos intentos de negociación, los ataques en Ucrania y Rusia se han intensificado en los últimos días, mostrando que la guerra aún está lejos de llegar a una solución definitiva.
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