
La gobernadora de la Reserva Federal (Fed), Lisa Cook, presentó una demanda en una corte federal de Washington para frenar su destitución anunciada por el presidente Donald Trump, luego de que la Administración republicana iniciara una investigación por presunto fraude hipotecario.
En el documento legal, también aparecen como demandados el presidente de la Fed, Jerome Powell, y la Junta de Gobernadores, a la que pertenece Cook.
La acción judicial busca impedir lo que califican como un “intento ilegal y sin precedentes” de remover a una gobernadora de la Fed, lo cual nunca ha ocurrido en la historia de la institución.
Una disputa que podría prolongarse meses
La batalla legal podría extenderse durante meses, ya que la ley solo permite la destitución de un miembro de la Junta de la Fed por causas graves, como mala conducta o delitos, pero no por desacuerdos en materia de política monetaria.

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Trump, sin embargo, insiste en que existen “razones suficientes” para creer que Cook dio información falsa sobre acuerdos hipotecarios, lo que motivó su decisión.
La carta de despido fue publicada por la Casa Blanca el pasado 25 de agosto.
La Fed defiende la autonomía institucional
La Reserva Federal respondió señalando que respetará las decisiones judiciales, pero recordó que la permanencia de los gobernadores es una “salvaguarda esencial” para que las decisiones de política monetaria se tomen con base en análisis económicos, no en intereses políticos.
Mientras tanto, persiste la duda sobre si Cook participará en la próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de septiembre, donde se espera un anuncio clave de Jerome Powell sobre una posible reducción de las tasas de interés.
Contexto de la polémica
El caso se suma a la presión que Donald Trump ha ejercido sobre la Fed para acelerar recortes en los tipos de interés. Según la defensa de Cook, la investigación sobre fraude hipotecario estaría siendo usada como un instrumento político para debilitar su posición.
De momento, no se han presentado cargos formales contra la economista, aunque el desenlace del caso marcará un precedente histórico sobre los límites de la Casa Blanca frente a la independencia de la Fed.
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