En su tercera reunión de política monetaria de 2025, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió mantener sin cambios su tasa de interés de referencia, ubicándola nuevamente en el rango de 4.25 por ciento a 4.5 por ciento, en línea con las previsiones de los analistas financieros.
La decisión refleja una postura cautelosa del banco central ante el complejo entorno económico global, y responde a su doble mandato de alcanzar pleno empleo y mantener la inflación cercana al 2 por ciento a largo plazo.
Aunque no se anunciaron cambios inmediatos, se mantiene la expectativa de que la Fed podría comenzar un ciclo de recortes en junio, seguido de otra posible reducción en septiembre, dependiendo del comportamiento de los indicadores económicos.
En su comunicado oficial, la entidad reiteró su compromiso con realizar los ajustes necesarios en la política monetaria, siempre que detecte riesgos en sus objetivos económicos fundamentales.
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Además, confirmó que continuará con la reducción gradual de sus tenencias de bonos del Tesoro, deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas.
La votación del comité fue mayoritariamente favorable, con Jerome H. Powell —presidente de la Fed— y John C. Williams, vicepresidente, encabezando el respaldo a la medida, junto con otros nueve miembros.
El único voto disidente fue el de Christopher J. Waller, quien se opuso a mantener el rango actual de tasas, aunque tampoco propuso un recorte inmediato, sino continuar con la disminución del balance de activos.
El mensaje de la Fed envía una señal de prudencia al mercado, mientras persiste la incertidumbre en torno a la evolución inflacionaria y la estabilidad financiera global.
La atención se centrará ahora en los próximos indicadores económicos que podrían definir el rumbo de las tasas en el segundo semestre del año.
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