CIUDAD DE MEXICO, 14 de octubre (Infobae).- Al empresario turco y presunto contrabandista, Apel Çelik, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en el 2014 le confiscó, 4,569 joyas, cotizadas en más de 185 millones de pesos. Sin embargo, desde el 2017, la dependencia no encuentra una parte.
El valor de la fracción perdida es de 53 millones de pesos, de acuerdo con documentos ministeriales de la Visitaduría General de la Fiscalía General de la República, consultados por el periódico Reforma.
La SEIDO se percató de que no estaban las alhajas cuando hace dos años, Érika Paola Áviles Demeneghi, Guadalupe Demeneghi Morales y Julián José Betancourt Turriza, quienes también fueron investigados por ser cómplices de Çelik, pidieron que se las devolvieran.
Del 12 al 29 de junio del 2017, la Unidad Especializada en Análisis Financiero (UEAF) realizó una inspección material de la bóveda en la que se encontraban las piedras preciosas y se percataron de que una parte de los objetos anteriormente asegurados no estaba.
“La UEAF dio visita a la Visitaduría General de la entonces PGR y presentó la denuncia correspondiente en contra del agente del Ministerio Público respectivo por su probable responsabilidad administrativa y/o penal”, reportaron.
Los diamantes extraviados habían sido encontrados por la PGR después de que realizara un cateo al inmueble de la joyería Jewerly Factory Lapis en Puerto Aventuras el 23 de diciembre del 2014. Luego fueron embargados por el Servicio de Atención Tributaria (SAT). Según documentos, el decomiso constaba de 24 indicios, pero no especificaba detalles sobre qué contenía cada uno.
El resto de los objetos incautados sí estaban en el sitio. Estos habían sido decomisados siete días antes en Lapis Diamante, Principio Maya, Sondik Maya y Lapis Mahahual.
Las joyas se resguardaba en en el edificio central de la PGR en Paseo de la Reforma 211 en la Ciudad de México, pero después del terremoto del 2017 el inmueble fue desalojado y se cambió el lugar de la bóveda.