CIUDAD DE MEXICO, 28 de diciembre.- Durante el periodo de Miguel Ángel Osorio Chong al frente del Secretaría de Gobierno, el ex secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna, recibió dinero público a través de su red de empresas, dio a conocer el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto. ¿Cómo fue el proceso de triangulación del dinero?
En 2011, García Luna creó Nunva Inc., una empresa especializada en soluciones tecnológicas, telecomunicaciones y software, a partir del programa de espionaje Nicetrack, que el ex funcionario obtuvo en 2008 por parte de la Secretaría de Seguridad Pública: “Un software adquirido por recursos públicos se utilizó para una empresa de naturaleza privada”, criticó Nieto.
Dada la influencia y poder que llegó a acumular, García Luna logró que el contrato continuara en el siguiente sexenio, cuando el responsable de la Secretaría de Gobernación era Miguel Ángel Osorio Chong. Esto es relevante, pues según la investigación de la UIF, García Luna se comenzó a beneficiar con la triangulación de recursos en agosto del 2013.
La constitución de Nunva Inc. se dio en Panamá, pero uno de los principales problemas respecto a esta, según la autoridad financiera, fue que el objeto social de la compañía era sumamente amplio y esto impedía conocer la actividad real de la misma. A través de ella, el llamado “Súper Policía” recibió pagos de dependencias públicas entre el 2013 y el 2018. Esos recursos se enviaron a países como Israel, Letonia China y Estados Unidos, entre otros, para después regresar al ex funcionario.
Por ejemplo, en 2013, de la Tesorería de la Federación recibió poco más de 55 millones de pesos; mientras que entre 2017 y 2018, de la Secretaría de Gobernación obtuvo de un par de operaciones 2,623.4 millones de pesos y 77.4 millones de pesos. Todas estas cantidades se triangularon hacia otras firmas de las que García Luna era socio y así se financiaba su lujosa vida en Miami.
De acuerdo con la UIF, de 2013 a 2015, Niunvav Inc envió recursos a varias empresas donde el “Súper Policía” fungía como accionista. Una de ellas fue Icit Holding, SA de CV, la cual recibió 9.1 millones de pesos y USD 309 mil. En 2018, la empresa constituida por García Luna mandó 6.5 millones de pesos a Icit Private Security México SA de CV, otra de las compañías de las que era socio.
También envió un total de 26 millones de pesos a Operadora Grupo Gas Mart S de RL de CV en un par de años: el 2013 (12.87 millones de pesos) y el 2016 (13.16 millones de pesos). Sin embargo, esta empresa a su vez le envió 4.2 millones de pesos en 2016 a Glac Security Consulting Technology Risk Management SC, la cual también recibió 31.3 millones de pesos por parte de la Secretaría de Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México en el 2017.
Gracias a la triangulación de recursos públicos, Genaro García Luna pudo rentar y comprar propiedades en Estados Unidos, a precios que no corresponden al sueldo que tuvo como servidor público. Otro punto relevante que la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera ha sugerido es que debido a los nexos y rastreo de dinero, la trama de García Luna podría involucrar el ex Ministro de la Suprema Corte, Eduardo Medina Mora.
Sobre el bloqueo de cuentas de ambos funcionarios, Nieto dijo que “los dos se encuentran en la lista de personas bloqueadas”, lo que indicaría, según la UIF, que existen “actividades presuntamente ilícitas” y por tal razón se presentó la denuncia ante la Fiscalía General de la República.
Cómo alcanzó el escándalo a Enrique Peña Nieto y Miguel Angel Osorio Chong
Aunque el cargo de Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública concluyó de manera oficial al terminar el sexenio de Felipe Calderón, el llamado “Súper Policía” siguió operando en el siguiente gobierno, con Enrique Peña Nieto como presidente de la República.
De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) a cargo de Santiago Nieto, fue por medio de la empresa Nunvac Inc. propiedad de los hermanos Weinberg, que Genaro García Luna pudo triangular casi tres mil millones de pesos desde el gobierno federal hacia empresas de las que es socio, y para obtener recursos para la compra de una casa en Miami, misma que uno de los Weinberg reconoció que le rentaba.
Según la indagatoria que se realiza en México y que fue dada a conocer por Milenio, cuando aún era secretario de Seguridad Pública, García Luna habría adquirido a las compañías de los Weinberg el software Nicetrack para conocer en tiempo real ubicaciones de personas.
Dada la influencia y poder que llegó a acumular, García Luna logró que el contrato continuara en el siguiente sexenio, cuando el responsable de la Secretaría de Gobernación era Miguel Ángel Osorio Chong. Desde ahí y según la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera, García Luna se habría beneficiado con la triangulación de recursos en agosto del 2013.
La UIF detectó que desde ese momento comenzaron las transferencias de dinero de Gobernación hacia las empresas vinculadas con el ex secretario de seguridad en tres operaciones distintas. Primero fue un depósito por 55 millones de pesos, luego otro de dos mil 623 millones de pesos y una más de siete millones de dólares.
Gracias a la triangulación de recursos públicos y de la mano de las empresas de los Weinberg, Genaro García Luna pudo rentar y comprar propiedades en Estados Unidos, a precios que no corresponden al sueldo que tuvo como servidor público.
Los servicios ofrecidos por las empresas del ex secretario, todas ligadas al tema de seguridad “son de asesorías, además contratos de temas computacionales, que exceden nuestro marco de actuación, pero lo que estamos investigando es la triangulación de recursos a partir del análisis de la información y trabajamos con Estados Unidos de cerca para atender estos temas”, detalló Nieto el pasado jueves.
Según la investigación a la cual tuvo acceso Milenio, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha sugerido que debido a los nexos y rastreo de dinero, la trama de García Luna podría involucrar el ex Ministro de la Suprema Corte, Eduardo Medina Mora.
Medina Mora encabezaba la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía) durante el sexenio de Felipe Calderón. A lo largo de su larga carrera política y pública, el hombre de 62 años estuvo involucrado en varios casos ligados a la corrupción e impunidad, entre los que más destacan es el llamado Caso Atenco, el “Michoacanazo”, la violación a los derechos humanos de tres mujeres indígenas acusadas de secuestro de policías e incluso la tragedia del incendio en la guardería ABC.
Desde su puesto como procurador, Medina Mora conoció las acusaciones que se vertieron sobre García Luna, sin embargo, nunca se actuó en contra del llamado “súper policía”.
Hace unos días, en entrevista con Azucena Uresti para Milenio Televisión, el ex comisario General de la Policía Federal Preventiva (PFP), Javier Herrera Valles, señaló que Eduardo Medina Mora (quien renunció a su cargo como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al ser investigado por el delito de lavado de dinero por supuestas transferencias millonarias en Reino Unido y Estados Unidos), nunca inició investigaciones contra el ex titular de la SSP, sólo un “acta circunstanciada” que no tuvo relevancia.
Milenio indicó que con todos los elementos que tiene en contra de García Luna y el bloqueo de UIF a 11 cuentas bancarias, la Unidad dependiente de la Secretaría de Hacienda podría presentar una denuncia en su contra ante la Fiscalía General de la República antes de que finalice este año.
Hasta el momento, 11 personas físicas y morales, entre ellas la esposa y hermana del ex funcionario, se encuentran vinculadas a la indagatoria que pesa sobre García Luna, pues las dos aparecen en operaciones de traspasos de recursos públicos.
Genaro García Luna fue detenido el pasado 9 de diciembre en Texas, Estados Unidos, y durante su segunda audiencia ante un juez, aceptó su traslado a Nueva York, en donde podría ser juzgado por delitos relacionados con el narcotráfico.
El gobierno de la unión americana lo acusa formalmente de cuatro delitos: tres por conspiración para traficar drogas a Estados Unidos y uno por mentir bajo juramento sobre su relación con el narco.