Durante la conferencia mañanera encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Palacio Nacional, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, detalló el contenido y los objetivos del paquete arancelario enviado al Congreso de la Unión.
De acuerdo con el funcionario, la finalidad central de la medida es proteger alrededor de 350 mil empleos vinculados a sectores estratégicos, principalmente industria automotriz, textil, vestido, calzado y acero, que enfrentan una competencia calificada como desleal por la entrada de productos a precios por debajo de las referencias internacionales.
Ebrard subrayó que el problema no es la incapacidad de las empresas mexicanas para competir, sino la falta de “piso parejo” cuando llegan mercancías con precios artificialmente bajos que ponen en riesgo plantas productivas y fuentes de trabajo en el país.
Aranceles por producto, no por país: “no tiene diseño geopolítico”
El secretario de Economía aclaró que el paquete se diseñó por producto y por sector, no para castigar a un país en particular.
Se identificaron mil 466 fracciones arancelarias en 17 sectores industriales, entre ellos autopartes, autos ligeros, acero, electrodomésticos, plásticos, textiles, calzado, muebles, aluminio, vidrio, papel, cosméticos, motocicletas y juguetes.
Los aranceles solo aplicarán a importaciones provenientes de países con los que México no tiene tratado de libre comercio, o bien a mercancías que no ingresen bajo esquemas de cupos vinculados a producción en territorio nacional.
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Ebrard insistió en que “México no le pone aranceles a un país, sino a productos que están dañando a la industria nacional”, y que el objetivo es frenar prácticas como vender por debajo de inventario para ganar mercado, expulsar competidores y luego subir precios.
También explicó que, al diseñar el paquete, se evitó generar dependencia de un solo proveedor externo y se cuidó no provocar presiones inflacionarias, ajustando fracciones en sectores sensibles como autopartes, siderurgia, textil y aluminio después de dialogar con empresas y países involucrados.
Impacto esperado: 350 mil empleos y un efecto acotado en precios
El secretario de Economía afirmó que, de no intervenir, la tendencia de las importaciones —que crecen hasta 34 por ciento en el sector automotriz y más de 20 por ciento en vestido y calzado— podría derivar en la pérdida de 350 mil empleos hacia 2026.
Los puestos de trabajo que se busca resguardar se concentran principalmente en Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Querétaro, donde operan plantas automotrices, acereras, textiles y de calzado clave para la economía nacional.
Ebrard señaló que, fracción por fracción, la Secretaría de Economía calculó que el impacto inflacionario potencial sería cercano a 0.2 puntos porcentuales, cifra que el gobierno considera aceptable frente al beneficio de proteger cientos de miles de empleos formales y cadenas productivas completas.
Cámaras empresariales como Concamin, Canacero, la industria del aluminio, textil, vestido y diversos organismos industriales han respaldado públicamente la medida, de acuerdo con el funcionario.
“Plan México” y polos de desarrollo: la otra cara de la estrategia
El secretario ligó el paquete arancelario al llamado “Plan México”, que busca incrementar el contenido nacional en las cadenas productivas, elevar la inversión hasta 28 por ciento del PIB y generar 1.5 millones de empleos, con énfasis en pequeñas y medianas empresas, que representan la mayor parte de la economía.
En este contexto, Ebrard presentó avances de los 15 polos de desarrollo que el gobierno federal impulsa junto con los estados. Estos polígonos se diseñaron para concentrar inversión, infraestructura y beneficios fiscales, y fortalecer capacidades locales en sectores como:
- Automotriz: inversiones en Durango, Tlaxcala y Puebla.
- Logística y distribución: proyectos en Celaya, Tlaxcala, Hidalgo y Michoacán.
- Energía, siderurgia, manufactura y economía digital.
Detalló casos específicos como una fábrica de lápices farmacéuticos (APIs) en Hidalgo, proyectos agroalimentarios en Puebla y una planta para procesar frutas tropicales en Campeche, pensados para impulsar tanto exportaciones como sustitución de importaciones.
Seis polos listos en el primer trimestre de 2026
Ebrard informó que seis de los 15 polos de desarrollo —entre ellos Durango, Celaya, Morelia, Zinapécuaro, San José Chiapas, Nopalucan y Huamantla— iniciarán o concluirán obras entre enero y marzo de 2026, mientras que los nueve restantes se activarán en el segundo trimestre del año, hasta completar la red nacional de polos.
El financiamiento proviene de una combinación de Gobierno Federal, Nacional Financiera, gobiernos estatales e inversión privada, con recursos destinados a infraestructura, conexiones de última milla, logística, servicios y urbanización básica.
Al cierre de su intervención, el secretario de Economía recalcó que la combinación de defensa arancelaria de sectores estratégicos y el despliegue de polos de desarrollo industrial busca asegurar que México siga siendo potencia exportadora, pero con condiciones de competencia justa y más empleo nacional en cada eslabón de la cadena productiva.
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