
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, celebró la reciente inscripción de la ruta sagrada del pueblo Wixárika (Huichol) en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, un acontecimiento histórico para los pueblos originarios y la riqueza cultural del país.
La explicación estuvo a cargo de Claudia Olivia Morales, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y mujer wixárika, quien destacó el profundo significado espiritual y cultural de este camino ancestral.
De acuerdo con Morales, esta ruta conecta cinco puntos sagrados que el pueblo wixárika recorre tradicionalmente como parte de su cosmovisión y prácticas religiosas.
¿Qué es la ruta sagrada Wixárika?
Se trata de un itinerario que atraviesa cuatro estados del país: Nayarit, Jalisco, Durango y San Luis Potosí, e incluye sitios emblemáticos como Wirikuta, el desierto sagrado en el altiplano potosino, donde se realiza una peregrinación anual que culmina con rituales de agradecimiento a la naturaleza y a sus deidades.

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Este reconocimiento de la UNESCO no sólo protege la integridad del recorrido, sino que visibiliza y respalda el derecho del pueblo wixárika a preservar sus tradiciones milenarias, las cuales han resistido siglos de discriminación y amenazas territoriales.
Un paso hacia el reconocimiento de los pueblos indígenas
Morales subrayó que esta declaratoria representa también un avance en el reconocimiento institucional y global de las culturas indígenas, y un llamado a garantizar su libre ejercicio cultural y espiritual.
La presidenta Sheinbaum, por su parte, refrendó el compromiso del gobierno federal con la defensa de los territorios sagrados y el respeto a los pueblos originarios. Señaló que esta decisión fortalece la identidad nacional y el vínculo con nuestras raíces más profundas.
La ruta sagrada Wixárika se convierte así en un nuevo símbolo del patrimonio vivo de México, y un recordatorio de la riqueza cultural que representan sus comunidades indígenas.
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