Hugo Carbajal Aguilar
Pinches gringos, hijos de Tribilín…
Vamos a dejar descansar a los MORENOS que buen pleito les espera con su próximo cambio de dirigencia. Ocupémonos ahora de los acontecimientos trágicos que han ocurrido en los Yunaites, para ello nos ayudaremos de cuatitos que han padecido en esas tierras discriminaciones y explotaciones varias.
Este Caifán es un compañerito que ha vivido con plenitud los días de su existencia, tiene un peculiar lenguaje, maneja códigos lingüísticos que muchos nunca han escuchado y que sólo él y aquellos con quienes se lleva con más frecuencia lo comprendemos, no sin algún esfuerzo. Ahora anduvo preguntando a trabajadores –hombres y mujeres– que han chambeado en los Yunaites por tiempos distintos, meses o años algunos y conocen el actuar de sus polizontes y de sus idiosincrasias… dicen. Todo a propósito de los criminales que indiscriminadamente balacearon multitudes. Más de uno hace referencia, y muy bien por cierto, a las series policíacas que tanto éxito tienen como las de CSI Miami, CSI New York; Hawai 5 Cero, Chicago, La Ley y el Orden…
En todas ellas dicen, “estos gringos… …hijos de Tribilín, de Pluto y nietos de Rico McPato quieren apantallarnos con sus policías que dizque son de lo mejor. Fuertes, jóvenes, acompañados de mujeres guapotas que también saben pelear y son capaces de derribar de un madrazo a maleantes que se ponen perros, saben disparar y pueden matar en menos de media hora a más de 3 pelafustanes de lo peor así como arrestar a otros cinco. Estos policías de todas estas series son además investigadores. Tienen laboratorios con los que pueden determinar a quién le perteneció un pedazo de uña encontrado en los restos de un putrefacto y apestoso cadáver”.
Otro más ilustrado y politizado dice:
“¿Qué? ¿No podrían venir a investigar a México para ayudar a resolver tantos desmadres que nos han pasado? Desaparecidos, estudiantes asesinados, mujeres violadas y macheteadas; secuestrados por bandas de delincuentes que extorsionan, venden droga y explotan a campesinos obligándolos a sembrar mariguana y amapola”. Porque, además, son honestos, nadie los puede corromper, son expertos en el manejo de armas, rápidos y con buena condición física…y las chavas policías cumplen profesionalmente su papel. Bueno, hasta un Mentalista tienen que adivina todo…
“Pero, sin querer queriendo, también se les escapa en esas series televisivas lo apestoso de sus cloacas y sus drenajes que no quieren descubrir. Junto a sus paisajes de playa en Miami y Hawai, sus edificios y oficinas limpísimas, sus autos nuevos y flamantes, sus patrullas equipadísimas con lo último de Capitán América y Batman… encontramos asesinos psicópatas, trastornados que dejan no sólo muertos sino destazados con un reguero de pedazos en distintos lugares. Criminales con saña que no se inmutan cuando son detenidos y sólo piden un abogado; abogados que defienden a esos criminales; escenas repulsivas y llenas de pavor que muestran cuerpos torturados de mujeres que buscaban un trabajo y accedieron a ser explotadas por ricachones que hicieron su fortuna prostituyéndolas, tal como lo hizo la familia de Donald Trump a su llegada a los Estados Unidos. Todo mundo sabe que el abuelo de Trump o su propio padre se pasaron fundando burdeles en distintas ciudades negando toda ascendencia alemana, según para que no los fueran a perseguir por nazis”.
Oigan al Caifán:
“…´tonces… ¿Dónde están los criminales? ¿Los drogadictos? ¿Los tratantes de mujeres? ¿Los explotadores? ¿Los malvivientes? ¿Los que compran y se abastecen de armas con actitud enfermiza para disparar contra inocentes? ¿Vieron a esos chavos que dispararon contra la multitud? ¿Dónde los que masacraron a los indígenas norteamericanos y los sometieron a reservaciones despojándolos de sus tierras? ¿Cuántos grupos originarios hay en aquel país? Sioux, Kiowas, Cheyennes, Navajos, Comanches, Apaches… No conocen su propia historia los estudiantes universitarios norteamericanos. Creen que su país se llama América. Nunca han sabido que no tienen nombre y tampoco tienen madre. Un chavito joven fue detenido hace poco y se sorprendieron de encontrarle en su cuarto más de 14 metralletas AK47, 10 pistolas y 10 mil balas guardadas para utilizar”.
Este Caifán es todo un antropólogo forjado en la cotidianidad. Concluyamos, por hoy.
La sociedad norteamericana, afirman quienes la han padecido y estudiado, es un conglomerado de gente profundamente reaccionaria y falsamente feliz. Le han dado resultados sus programas frívolos y superficiales donde se asumen como los mejores. Se lamenta profundamente que tengan un nivel de escolaridad mayor a nuestros países latinoamericanos tercermundistas y vivan aferrados a un pasado ominoso que –repentinamente- les enorgullece. Afirman en sus fiestas que el Canal de Panamá sigue siendo suyo, que qué bueno que ya desaparecieron “los indios” y que sus guerras de invasión a otros países han sido para defender la democracia y la libertad. Ignorantes de su propia historia no son capaces de reconocer a su gente valiosa.
Howard Zinn escribe “La otra historia de los Estados Unidos”, Noam Chomsky se ha cansado de denunciar sus atrocidades como en “Lo que realmente quiere el Tío Sam”, texto breve que resume las atroces calamidades de los yanquis. Sus historiadores, antropólogos, músicos y poetas han marcado una línea crítica radical a su propio país. El movimiento hippie de los 60s y 70s exigió siempre Una Oportunidad para la Paz oponiéndose a la guerra invasora contra Vietnam, recuérdese precisamente el Festival de Woodstock hace 50 años.
Cuba podría ilustrarnos acerca de las agresiones imperialistas que ha sufrido en todo su periplo revolucionario. Chile, Argentina, Brasil, Paraguay padecieron sangre y muerte… Guatemala fue una de las primeras naciones que se atrevieron a desafiar al imperio implantando una reforma agraria en favor de los campesinos indígenas y denunciando los abusos de las compañías extranjeras que se enriquecían con la fruta.
México puede dar cuenta también de invasiones y despojos. El himno sandinista de la Nicaragua revolucionaria cantaba una frase plena de evidencia histórica: “Luchemos contra el yanque, enemigo de la humanidad”.
However… de algún modo es bueno que ese individuo que los gobierna siga despotricando como sabe. A ver si ahora sí, los que siguen admirando y defendiendo a estos hijos de Tribilín, como dice el Caifán, se acaban de percatar quién es el verdadero enemigo.