Max Lesnik
Los mexicanos celebraron al final de la noche del domingo 15 de septiembre el aniversario de su independencia del imperio español, una fecha en la que dio inicio a la vida republicana una de las naciones de más peso político y económico de América Latina, un país que durante toda su existencia como nación soberana, dada su diplomacia efectiva contra toda intervención extranjera, ha servido de contrapeso a la política de dominación imperial de los Estados Unidos.
En la emblemática Plaza de la Independencia de la capital mexicana –más conocida como El Zócalo– se reunieron ayer tarde y noche miles de personas, gente del pueblo llano para escuchar el tradicional grito de ¡Viva México! que pronunció esta vez el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador –el amigo de los pobres y el enemigo de la corrupción– en solemne ceremonia patriótica que más bien en esta ocasión sirvió para dar respuesta subliminal a las amenazas de confrontación insultante que les llega a los mexicanos por parte del gobernante norteamericano Donald Trump, más empeñado éste en herir y difamar a sus vecinos del Sur que en buscar una buena relación con ellos, algo que posiblemente tenga sus consecuencias en las próximas elecciones presidenciales norteamericanas, dado los millones de mexicanos que tienen derecho al voto en Estados Unidos. Por aquello de que donde hay desquite no hay agravio.
En solidario respaldo americanista, ayer 16 de septiembre, día de la independencia de la nación mexicana, dimos a todo pecho el grito patriótico de ¡Viva México!
¡Que viva por siempre México, para el bien de la América de Simón Bolívar, la América libre y soberana de Benito Juárez y José Martí.