Según las dos últimas encuestas, independientes una de la otra y ambas sin tener que ver con el Gobierno, de realizarse las elecciones presidenciales hoy en día, el candidato de la izquierda, Iván Cepeda Castro sería el próximo presidente de la República. Eso daría continuidad, en líneas estratégicas, al actual presidente, Gustavo Petro.
A comienzos de año, por el contrario, una nube negra se posaba sobre el actual mandato presidencial; tanto, que Petro, en una de sus salidas de casillas, preocupado ante el rumbo político del país, dijo en un Consejo de Ministros que habría que buscar alianzas en el centro y en la centro-derecha porque la izquierda, su nicho, la llevaba perdida. De ahí salió la necesidad de conformar un frente amplio con miras a las próximas elecciones presidenciales del 2026.
Pero, en el pasado mes de noviembre, de nuevo salió el sol. El precandidato Iván Cepeda emergió ganador de las elecciones internas del Pacto Histórico para elegir candidato presidencial. Y en dos mediciones posteriores va de ganador indiscutido. Desde luego, aún es prematuro hacer predicciones. Hace apenas dos meses, Vicky Dávila, una periodista de derecha extrema, era la líder indiscutida y ahora apenas si marca en las encuestas. Pero son dos mediciones casi seguidas en que el candidato de la izquierda aparece como líder que puntea en las encuestas.
Su rival en la extrema derecha, el abogado Abelardo de la Espriella, que hasta hace poco se veía imparable, parece haber detenido su ascenso y empieza a descender. El partido del expresidente Álvaro Uribe, hasta ahora dueño indiscutible de esa franja de pensamiento, empieza a mostrar fracturas importantes. No sólo por la condena de su hermano por hechos ligados con el paramilitarismo que involucran a la hacienda familiar porque, al parecer, ahí sucedieron los hechos delictuosos objeto de la condena, sino porque uno de los bastiones de su partido, el padre del recientemente asesinado candidato Miguel Uribe Turbay, en un rocambolesco episodio de él lo dijo, yo no lo dije, resultó saliéndose o siendo expulsado de esas filas.
De la Espriella es un abogado litigante muy peculiar, no solo por su esquema de pensamiento sino porque parece querer hacerse notar como arribista: un día presenta en las redes la mesa de su casa dispuesta para atender invitados en lo que él supone un summum de la elegancia, otro se retrata vestido como su imagen del dandi que sólo él posee, pero, sobre todo, porque ha sido abogado de personajes non sanctos, cuenta en su autobiografía que su hobby de niños era destripar gatos o ponerles un cohete con pólvora para verlos agonizar mientras volaban. Eso, más sus posiciones políticas extremas, lo colocan en las antípodas de la mayoría de los electores colombianos.
Y, entre tanto, el candidato del centro, el exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, se mantiene en su idea de que no hará alianzas con miras a las elecciones presidenciales, lo que le ha valido el calificativo de tibio, de ni chicha ni limoná.
Ya en las presidenciales pasadas, en las que finalmente resultó elegido Gustavo Petro, la disyuntiva era ese, el candidato de la izquierda, o Rodolfo Hernández, una persona a todas luces impreparada para gobernar, con sospechas de corrupción. Entonces Fajardo decidió salirse por la tangente, votar en blanco e irse de Bogotá, según él, para ir a ver ballenas al Océano Pacífico. No sabemos en este momento qué pretexto exhibirá este desganado representante del centro político.
La otra candidata de centro, Claudia López, exalcaldesa de Bogotá, que tuvo el valor civil de decir que era lesbiana y casarse públicamente con su novia, la congresista Angélica Lozano, ahora como candidata a la presidencia se ha transformado para dar una imagen menos andrógina, maquillada y vestida de señorita, dando al traste con la valentía con la que se presentó como lesbiana, así como el electorado le dio su voto para la Alcaldía.
Así que, hasta ahora Iván Cepeda, el candidato de la izquierda, el continuador de Petro -pero en su mejor versión, conciliadora y serena-, es quien más posibilidades tiene de cara a los comicios del año entrante.