De la Redacción
Una “narcolista” con nombres de personal de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud fue encontrada entre lo asegurado a los cinco sujetos detenidos por la Policía Municipal la mañana del sábado; con armas, cartuchos, tres vehículos y droga.
Los cinco permanecen a disposición del Ministerio Público de la Federación, en espera que se determine su situación jurídica.
Ayer por la madrugada quedó concluida la puesta a disposición de la Policía Ministerial, en la que entregaban a la Procuraduría General de la República (PGR) a Daniel Alexis C. J. de 24 años de edad, originario de Cancún, de ocupación estudiante; Alan de Jesús A. R. de 24 años, originario de la Ciudad de México, de ocupación vendedor de masajes en Plaza La Isla; Bernardo Rubén M. E. de 20 años, originario de Cancún, de ocupación químico toxicólogo; Miguel Ángel M. M. de 26 años de edad, originario de Cancún, de ocupación vendedor de droga; y Marco Emilio S. H. de 23 años de edad, de ocupación vendedor de drogas; detenidos la mañana del sábado en la avenida Kinic.
Todos quedaron a disposición del Ministerio Público de la Federación, por haberles encontrado armamento de grueso calibre, además de una buena cantidad de marihuana, y un artefacto explosivo de fabricación casera.
Esta “bomba” sería usada por los ahora detenidos para atacar las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud.
Además, ayer trascendió que los detenidos tenían en su poder una “narcolista” que contenía nombre de elementos de la Policía Ministerial y agentes del Ministerio Público, adscritos a la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud; que supuestamente cobran en la nómina de un grupo del crimen organizado.
Al momento de la detención de dichos sujetos, se aseguraron dos armas largas tipo AK-47 mejor conocidas como “cuerno de chivo” y dos armas cortas, un cargador circular, seis cargadores más para armas largas, y cientos de cartuchos útiles de diferentes calibres.
También se les encontró un artefacto explosivo de fabricación casera, consistente en un tubo de unos 20 centímetros de largo, sellado en ambas puntas y relleno con explosivo.
Además, tenían en su poder más de 30 bolsas de plástico con marihuana, con un peso aproximado de medio kilo cada una, en las que se podían leer los nombres de los vendedores a quienes serían entregadas, como “Tiburón B.”, “Orange”, “Blanca”; y cinco pasamontañas.
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