Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 22 de noviembre.- Salvaje golpiza recibió una mujer a manos de su nuera. Las huellas más visibles fueron moretones en ambos ojos, lo más fuerte, fue la fisura de uno de sus brazos, todo porque a la “arrimada nuera”, le preguntaron por qué lloraban sus hijos.
Para conocer el antecedente de esta historia, una mujer identificada como María K. M., de 50 años de edad, contó que de tiempo atrás decidió facilitarle las condiciones de vida a su hijo juntamente con su nuera e hijos pequeños. Ella les dio a ocupar sin cobrarles alquiler una habitación en el predio propiedad de la agraviada, situada sobre la 115 entre calles 3 y José María Morelos de la colonia San Gervasio.
Relató que anteriormente su propio hijo ya adulto la agredió a golpes aunque no tan violentamente. Sin embargo, ahora vivió un episodio salvaje al recibir una brutal golpiza a manos de su nuera de nombre ‘Landy’. Contó que el pasado sábado alrededor de las 20 horas, escuchó que sus nietos estaban llorando, por esa razón se dirigió al cuarto, tocó la puerta, y al salir su nuera le preguntó por qué lloraban.
La respuesta fue que “no estuviera de metiche”, ya que le estaba “robando cariño de sus hijos”, y acto seguido, la nuera se le fue encima con un empujón tirándola al suelo, la entrevistada se levantó para volver a caer al piso producto de un segundo empujón.
Dice que luego ‘Landy’, se le fue encima a golpearla con los puños en el rostro, en varias partes del cuerpo, “y después con un palo de la escoba, solo estaba mi esposo que escuchó y salió a decirle que me suelte, pero ella no hizo caso”.
El marido de la afectada no pudo intervenir porque se trata de una persona de edad mayor y con problemas de salud. Ya pasada la golpiza, la mujer se levantó. Su nuera se metió al cuarto que ocupa y el marido de María pidió apoyo a la Policía Municipal, que al llegar no detuvieron a la agresora ni porque la propietaria del predio les dio permiso de entrar.
El argumento que dieron los policías municipales a la lesionada es que no podían detenerla, “por los niños”, y que si arrestaban a una, “tendría que ser a las dos”, luego se retiraron.