Obligados a soportar los usuarios otros diez años de mal servicio de Autocar, Turicun, Bonfil y Maya Caribe “gracias” a los regidores que traicionaron al pueblo imponiendo sus intereses ante los de la comunidad, al autorizar una ampliación a sus concesiones pese a que las empresas no han hecho nada para mejorar su forma de operar y, para colmo, gran parte de las unidades carecen de placas o las mismas están vencidas, “detalle” del cual no parecen percatarse ni Tránsito ni mucho menos la Sintra.
Ni las concesionarias ni las empresas toleradas, incluyendo TTE, son capaces de ofrecer un servicio digno de un destino de primera como es el nuestro y para muestra, ni una sola de las unidades que cubre la zona hotelera cuenta con aire acondicionado, mucho menos las que circulan por la ciudad.
Aún con estas deficiencias, la grosera actitud de muchos choferes y en general el pésimo servicio que ofrece el transporte urbano, el Ayuntamiento le tendió la mesa a las concesionarias al darles permiso para que operen las rutas otros diez años más, en detrimento de los usuarios, que ya no saben a quién recurrir para que se obligue a las empresas a proporcionar el adecuado servicio, sin hacer sitio en determinados paraderos por interminables minutos, hasta que al menos otros dos o tres pasajes aborden la unidad.
Lo que resulta indignante es que una buena parte de camiones de las concesionarias, así como vans de las empresas toleradas e incluso taxis, carecen de placas o las mismas están vencidas; en este sentido, merece la pena mencionar que muchas unidades portan placas con el logotipo del marlín, pese a lo cual circulan por toda la ciudad mientras las autoridades competentes se hacen de la vista gorda.
Ninguna de las cuatro empresas de transporte urbano ha cumplido con los términos estipulados en la concesión, pese a lo cual 12 regidores aprovecharon los últimos coletazos de la actual administración para aprobarles otros diez años más, a pesar de que incumplieron prácticamente con todas las cláusulas exigidas cuando se les autorizó la renovación de la concesión.
Las empresas concesionarias se manejan sin control alguno, invaden rutas o se salen de sus rutas establecidas y muchos de los choferes proporcionan un pésimo servicio, hasta el punto de que en ocasiones tal parece como si estuvieran haciendo un favor a los usuarios cuando se dignan levantarlos.
Una queja bastante común entre los cancunenses obedece a que los operadores del volante suelen echar carreritas entre ellos, lo que propicia que, además de arriesgar la integridad física de los pasajeros en ocasiones ni una ni otra unidad se detenga para que ascienda el pasaje, especialmente cuando solo una persona se mantiene a la espera de la llegada de su camión.
Además muchos usuarios temen, con justa razón, por su integridad física debido a que los choferes usan el celular casi de manera continua, olvidando que transportan personas e incluso se permiten el lujo de insultar a quienes se atreven a reconvenirles esta actitud, sin recordar que prestan un servicio a la comunidad y tienen la responsabilidad de ofrecer seguridad al pasaje a lo largo del trayecto.