De la Redacción
TULUM, 22 de enero.- Los cuerpos policíacos responsables de las actividades preventivas y de investigaciones se han visto preocupantemente rebasados por la ola de inseguridad que agobia al noveno municipio en los últimos meses, toda vez que ejecuciones, extorsiones, secuestros, balaceras, asaltos y robos en todas sus modalidades han sembrado miedo para los habitantes y visitantes.
Gran parte de (lo que miden) los índices de inseguridad que se han disparado en el reciente año y medio siguen quedando impunes, lo que ha ocasionado un clímax de desconfianza total.
La percepción ciudadana expresa temor por la deficiencia, pues la inseguridad de los recientes meses ocasiona que ya no haya tranquilidad de salir a las calles, principalmente de noche.
Derivado de lo anterior, el crimen organizado y los grupos del narcotráfico en su guerra despiadada por el control de la plaza para la venta de drogas ha cimbrado todos los rincones de las zonas urbanas y los sitios turísticos de este destino.
Residentes y paseantes que se encuentran en sus viviendas o los lugares de concurrencia turística han vivido en carne propia cómo se han perpetrado los hechos violentos, entre los cuales ha habido daños colaterales con personas inocentes que han perdido la vida.
Sin embargo, los habitantes señalan que a la hora de hacer las investigaciones son pocos los crímenes que se esclarecen, de forma que la ciudadanía considera que el desempeño las instituciones de seguridad y justicia no es eficiente.
Aunado a lo anterior, muchos estratos sociales de la población de Tulum tienen en un concepto de corruptos y agresivos a muchos elementos de las instancias de la Policía Estatal y Municipal, así como a los agentes de la Fiscalía General del Estado.