Por Víctor Rodríguez
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 16 de octubre.- Mientras las autoridades de turismo federal y estatal resaltan números exitosos en los destinos vacacionales, la realidad los contradice, toda vez que pequeños hoteles del corazón turístico de la Riviera Maya reducen hasta en un 50 por ciento sus tarifas para poder alcanzar ocupaciones inferiores a los 30 puntos porcentuales en esta crítica temporada baja, que incluso los ha obligado a reducir personal.
Mientras el titular de la Secretaría de Turismo federal, Miguel Torruco, dijo que en México se recibieron este año 7.6 por ciento más turistas que en 2018, de enero a agosto, el presiente de la República Andrés Manuel López Obrador resalta que en el sector no han tenido ningún problema, hay nuevas inversiones, generando miles de empleos, cuando la realidad es que el recale del sargazo, la inseguridad y su impacto a nivel mundial ha golpeado al Caribe Mexicano.
El jefe del Ejecutivo en su conferencia matutina destacó que la industria turística reactiva la economía, que en el caso del Caribe desde que empezó el auge, en Quintana Roo ha tenido un crecimiento económico permanente, en 30 años en Cancún y Riviera Maya ha sido el 8 al 10 por ciento anual el alza, y continúa con el mismo ritmo.
Sin embargo, la realidad de lo que sucede en la Riviera Maya supera todas las cifras alegres de las autoridades gubernamentales, específicamente de turismo, palpado en la ocupación hotelera, sobre todo en los pequeños que no superan el 30 por ciento y para lograrlo han tenido que reducir a más del 50 por ciento sus tarifas, incluso, algunos han cerrado servicio.
Al respecto, la recepcionista del hotel Maya Turquesa, Yoseline Meza, cuestionó a las autoridades de turismo sobre las cifras positivas o de crecimiento en el turismo, cuando de las 40 habitaciones apenas este miércoles 12 están ocupadas, es decir, ni el 20 por ciento, pero cerrarían el día con 7 cuartos rentados.
Recordó que desde el verano los números fueron negativos porque la ocupación hotelera promedio fue del 45 por ciento cuando en años anteriores se duplicaba, “después de verano vinieron los números rojos, pero el pago de servicios e impuestos continúan sin saber si es temporada baja o no, al grado de tener que rescindir contrato cuando menos con el 50 por ciento del personal”, acotó.
Yoseline Meza agregó que pese a darse de alta en las plataformas digitales no ven resultados, simplemente no hay viajeros hacia el corazón turístico de la Riviera Maya, mientras que en diciembre, después del día 21 pareciera que vendrá la bonanza ya con un 35 por ciento de las reservaciones.
Por su parte, la recepcionista del pequeño hotel Itzáes, Daniela Osorio, dijo que la ocupación en septiembre, inicio de la temporada baja, fue del 25 por ciento en sus 16 habitaciones y este promedio se mantiene en los primeros quince días de octubre, viendo difícil un repunte para los siguientes días, al menos así se marca en el libro de reservaciones.
Destacó que sus huéspedes, en su mayoría, son nacionales y sudamericanos, pese a que han reducido en un 30 por ciento e incluso hay promociones de 40 por ciento de descuento en habitaciones a fin de poder llenar, es decir, de mil 500 pesos lo dan en 920 pesos y hasta 800 pesos la noche, pero sigue en el mismo nivel.