Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 16 de octubre.- Un mensaje de opulencia que resulta indignante para los ciudadanos es que legisladores no tengan reparo en mostrar lujos, como es el caso de la diputada Cristina Torres, del Partido Acción Nacional, que porta un reloj de casi 200 mil pesos.
De tal manera, el equivalente al precio de un terreno, un vehículo del año, o tan sencillo, el valor en efectivo que nunca han visto reunido miles de familias de Quintana Roo, se encuentra en la muñeca de la representante ciudadana en el Poder Legislativo.
El reloj de Cristina Torres es un Hublot Classic Fusion 565 cm 7170LR color azul marino, que en tiendas departamentales como Liverpool tiene un precio de 194 mil 600 pesos.
Independientemente de que la antes activista del PRI fue presidenta municipal de Solidaridad por el PAN, lo que evidentemente le generó ingresos importantes durante su gestión, la realidad es que como representante de los ciudadanos resulta ofensivo para los que menos tienen que se presente al Palacio Legislativo mostrando esos lujos.
Es necesario mencionar que personalidades de la política mexicana han tenido que enfrentar polémicas por portar o poseer relojes de lujo, algunos han reconocido su gusto y otros han aclarado o desmentido el impresionante precio de los productos de marca.
Incluso el exgobernador de Quintana Roo Roberto Borge fue señalado en diversos artículos porque tras su gubernatura en 2016, se difundió una imagen donde se encuentra desayunando con un reloj Richard Mille de carbón y oro rosado edición especial Lotus, que se cotizaba en ese entonces en alrededor de 5 millones de pesos.