Por Gerardo Reynoso
México como país debe voltear a América Latina y a Europa. Esta es la conclusión que se dio durante la Cumbre Internacional de Negocios Cancún 2019, donde Valentín Díez Morodo, presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), aseguró que las empresas mexicanas deben abrirse a más posibilidades.
Durante la ponencia “El nuevo panorama de comercio internacional para la Economía de México”, Díez Morodo indicó la urgencia de voltear al mercado de América Latina y Europa, porque en este momento no se sabe en qué cancha está el balón de la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Mientras no se apruebe el T-MEC no sabemos dónde está el balón, pero tenemos confianza en que se pueda cumplir (su ratificación) para seguir consolidando la posición (de México ante el mundo)”, manifestó el empresario y dueño del Club de Futbol Toluca.
En este contexto, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) los empresarios mexicanos tienen que iniciar la búsqueda para diversificar sus negocios, así como ver otros mercados como la Unión Europea y otros países de América Latina.
Lo anterior se debe a que el comercio libre ha favorecido a México y los principales beneficiarios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) han sido los consumidores. Por ejemplo, entre 1994 y 2016, la producción per cápita de carne de ave y de huevo en el país se ha incrementado, gracias a que el tratado nos permitió ser más eficientes.
El comercio hace más eficientes a los países y eleva el bienestar de los consumidores. Además, es un gran diseminador de tecnología, porque crea mercados para la innovación.
Los estados más pobres se especializan en productos de exportación de bajo valor agregado, como frutas, azúcar, minerales, carne, petróleo, entre otros.
Los estados más ricos se especializan en productos de exportación complejos que requieren procesos sofisticados de manufactura, como autos, autopartes, aeronaves, computadoras, tractores, conductores de electricidad, aparatos médicos, entre otros.
Algunos confunden el déficit comercial con pérdidas, lo cual es un error. El déficit comercial es resultado de una insuficiencia en los ahorros domésticos para financiar la inversión. Al importar un producto estamos importando la capacidad productiva de nuestros socios comerciales. Si Estados Unidos quiere reducir su déficit comercial tiene que hacer una reforma fiscal que desincentive el consumo e incentive el ahorro y la inversión.
Previo a Donald Trump, el comercio mundial era más abierto. De hecho, EUA disminuyó sus aranceles, sin embargo, tiene el mayor número de litigios en proceso en su contra ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), como medida proteccionista.
“Debemos mejorar la situación que vivimos del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), debemos ser proactivos en un ambiente en el que tenemos muchos factores a nuestro favor. Adicional a la ratificación del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), debemos analizar a profundidad la relación con el resto de los mercados; de manera prioritaria la Unión Europea”, expuso Valentín Díez.
Cabe recordar que el gobierno de Estados Unidos amagó a mediados de este año con imponer progresivamente, hasta llegar a 25 por ciento, aranceles a los productos mexicanos, bajo el señalamiento de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no hacía lo suficiente para detener la migración desde Centroamérica.
El amago del presidente de Estados Unidos, Donald Trump no se ha hecho efectivo, porque se desplegó a la Guardia Nacional en la frontera de Chiapas con Guatemala.