De la Redacción
CHETUMAL, 5 de octubre.- Tal como se anticipó antes de su llegada a la Presidencia Municipal de Othón P. Blanco, Otoniel Segovia no ha tenido el interés de realizar un trabajo en favor de la ciudadanía.
Tras la salida definitiva de la alcaldía de Hernán Pastrana por cuestiones de salud, que en semanas posteriores implicarían su sensible deceso, Otoniel Segovia se preparaba para asumir exponiendo un discurso que ha sido sólo de falsedades, porque lejos de construir la gobernabilidad de Othón P. Blanco ha sido inestable.
Tras salir de su bajo perfil como asesor de la Presidencia Municipal, pero señalado de ser el operador de los desaciertos de la administración, Otoniel Segovia se ha dedicado a más a promover únicamente su imagen, que a dar resultados tras varios meses como alcalde.
La voluntad de Hernán Pastrana era que Otoniel Segovia gobierne de manera sencilla, que busque el diálogo y logre acabar con la división que existe al interior del propio Cabildo.
A unos días de asumir como alcalde, Segovia Martínez anticipó que buscará generar acercamientos, concertar, consensar, analizar y limar asperezas, pero sólo fue discurso, pues ha fomentado la fricción, división, enfrentamiento al interior del Cabildo, además de no querer corregir al personal del gabinete que no ha dado resultados y que han sido señalados de diversas irregularidades.
La realidad hasta el momento es que la administración 2018-2021 ha enfrentado diversos cuestionamientos por el actuar de los directores municipales, que han sido señalados de corrupción, abuso de poder, nepotismo, violencia política, pero no han recibido castigo alguno, mientras la ciudadanía no ve mejores servicios públicos y sí una voracidad recaudatoria, lo cual no parece mejorar con la incapacidad de Otoniel Segovia.