Durante más de una década, vecinos de la calle 51 de la colonia Obrera han tenido que lidiar con calles deplorables, están cansados de vivir sin espacios dignos, y recriminan el olvido de las autoridades después de cada campaña electoral porque ya no se hacen cargo de sus promesas, así lo expresó Dulce del Carmen Jiménez Sánchez, vecina del lugar.
“Franco y pelado, no nos dan ni una ver…, nos tienen en el completo abandono, miren nuestras calles todas horribles, llenas de monte, con muchos huecos, no se puede ni pasar bien, ya son más de 10 años en el olvido, y de los políticos, ni sus luces”, declaró.
Además, los mismos vecinos se han encargado de dejar “pareja” la calle, ya que rellenan con escombro y diversos materiales, así se va regulando el tránsito y no hay tantos peligros, pero cuando empiezan las lluvias, no se puede caminar bien porque todo se inunda.
“Otro problema que tenemos es que luego aquí está muy oscuro, el alumbrado público no sirve, y las patrullas no vienen, uno les llama y no quieren entrar, a menos que uno les dé dinero, los tenemos en un dos por tres, pero mientras, nos dejan a nuestra suerte”, puntualizó.
La vecina subrayó que ellos como habitantes se mantienen unidos, y se han puesto de acuerdo para frenar los robos y linchar a quien atrapen haciendo una fechoría, ya que los policías los han dejado relegados.
“Otra de nuestras quejas, porque aquí tenemos muchas, es que el agua llega cuando quiere, pueden pasar semanas y no tendremos ni una gota en las casas, o por ratitos, y que además, el camión de la basura ni pasa, sólo se queda en la avenida principal, porque no les gusta esta calle o quien sabe, ahí debemos andar arrastrando la basura”, apuntó.
Jiménez Sánchez urgió a las autoridades municipales a que ya se pongan a trabajar, a que recuerden que por el pueblo están ahí, y no pueden olvidarse de hacer su servicio a la comunidad.
“Son servidores públicos, en lugar de andarse llenando los bolsillos, que se pongan a mejorar las colonias, porque nos hacen falta muchas cosas, hay muchas carencias y gente necesitada, no sólo son calles rotas, también unos buenos servicios”, concluyó.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Carlos Valdemar)