Por Olivia Vázquez
El turismo alemán sigue considerando a Quintana Roo un lugar maravilloso y posible de viajar, así lo confirmó la cónsul honorario de Alemania en Cancún, Grace Arens, quien indicó que se viene dando crecimientos del 30% de este segmento turístico hacia México, y Quintana Roo es una de las regiones de mayor captación.
La diplomática describió que este mercado busca de lugares ricos en cultura y bellezas naturales y tiene a Quintana Roo como uno de sus destinos favoritos.
El turismo alemán viaja por lo general en el invierno y tiene temporalidades muy largas, que abarcan desde noviembre y hasta agosto donde suelen movilizarse con mayor frecuencia.
Es un turismo muy organizado, dijo, que se prepara incluso antes de su viaje, conociendo todo lo que ofrece la región y leyendo mucho sobre la cultura y las tradiciones, lo que le incrementa el interés de viaje.
En cuanto al promedio de estadía, indicó que al menos llegan por dos semanas mínimo, convirtiéndolo en uno de los mercados con la mayor estadía.
Esto va emparejado con el gasto o la derrama económica que deja en la región y que podría situarse entre los ocho mil y diez mil dólares por estancia, haciéndolo muy atractivo a los mercados.
Sobre situaciones de seguridad o de percepción, la diplomática reiteró que sus connacionales consideran a Quintana Roo un lugar muy seguro y en donde se puede viajar y aunque se reconoce que sin duda los riesgos o peligros pueden darse como en cualquier lugar del mundo, por lo general el alemán es un turismo que programa y prevé con mucha antelación sus viajes y su comportamiento hacia el destino no ha cambiado.
Se vienen dando crecimientos importantes del mercado alemán y cada año se incrementa aún más el flujo de visitantes por la alta conectividad aérea que tiene la plaza volviéndola más atractiva.
El turismo alemán, se sabe, de acuerdo a la Secretaría de Turismo Estatal, es el segundo aportador europeo más fuerte al Caribe mexicano, sólo detrás de países como Gran Bretaña, y es un turismo repetitivo que gusta conocer a fondo la región, haciendo recorridos a zonas arqueológicas, conociendo los nuevos atractivos y activando muchos de los servicios que se ofrecen en actividades náuticas.
Este turismo no sólo permanece en Cancún o la Riviera Maya, sino que se moviliza a la Península de Yucatán, lo que dispersa la derrama económica.