Por Yolanda Gutiérrez
Por más pozos de absorción que se construyan, la ciudad seguirá padeciendo inundaciones a causa de que los mismos no están conectados al drenaje, lo que limita su función a simples huecos que absorben el agua hasta que se llenan, generando después más encharcamientos y zonas anegadas.
Al principio de la Ruta 4, en una de las callecitas secundarias de la Región 104, varios trabajadores se abocaban a desasolvar un pozo de absorción con la ayuda de una perforadora, que extraía toda el agua acumulada en su interior, dejando las vialidades anegadas de líquido sucio y mal oliente, ante la curiosa mirada de algunos residentes en la zona, que veían cómo el lodo y la basura se acumulaban y se mezclaban con el agua.
Los chorros se levantaban a varios metros de altura, para volver a caer diseminados en el pavimento, lo que provocó un gran encharcamiento que alcanzó la avenida principal.
Los mismos trabajadores confirmaron que se estaba vaciando el pozo de absorción de todo el agua de lluvia acumulada con las últimas precipitaciones y junto con el líquido almacenado también salía basura, en su mayoría plásticos y hojarasca en estado de descomposición, que es lo que provocaba el mal olor.
A pregunta expresa, dijeron que el pozo está excavado a 30 metros de profundidad y carece de conectividad con el drenaje pluvial, lo que impide que el agua fluya, motivo por el que una vez se llena, hay que meter la máquina para vaciarlo, aunque parte del agua acumulada se filtra y es absorbida por los mantos freáticos, proceso que revelaron sin empacho alguno.
Según comentaron algunos vecinos, es normal que cuando llueve el registro pluvial queda tapado a causa de la basura y si las precipitaciones son abundantes y demoran en parar, no tarda en rebosar el pozo de absorción, para molestia de todos.
“El Ayuntamiento siempre nos echa la bolita a los ciudadanos, que somos cochinos, que tiramos basura en la calle, que no barremos el frente de nuestras casas y supongo que en parte tienen razón, habrá gente así pero no todos; lo que molesta es que el municipio no reconozca que también tiene responsabilidad”, mencionó el dueño de un pequeño negocio de abarrotes. En este sentido, comentó que si los pozos de absorción tuvieran algún tipo de conexión con el drenaje, probablemente no habría tanto problema de inundaciones.
Agregó que, como en casi toda la ciudad, el servicio de recolecta de basura no es muy bueno y si se registran precipitaciones cuando aún no pasa el camión, es casi matemático que parte de los desperdicios termina en las rejillas.
“Por un lado los perros rompen las bolsas y por otro, cuando pasan los de la basura si se les cae algo ahí lo dejan, no lo levantan otra vez… pero siempre es el ciudadano el responsable y creo que no se vale; como dueños de negocios pagamos por el derecho de recolecta de basura y el servicio no es cien por ciento bueno, luego se quejan los funcionarios que somos nosotros los irresponsables y no se dan cuenta que por muchos pozos que hagan nunca se acabarán las inundaciones hasta que conecten esos huecos
al drenaje pluvial, de poco sirve tener un pozo si cuando se llena se rebosa toda el agua porque no tiene por dónde fluir, luego vienen a sacarla y nadamos entre lodo y agua pestilente”.