Por Karina Carrión
COZUMEL, 14 de julio.- Académicos revelan que la afectación del arrecife por el “síndrome blanco” y la presencia de parásitos, podrían impactar de manera irreversible al manto acuífero de la ínsula y viceversa, debido a la simbiosis que existe entre ambos ecosistemas vitales para la comunidad.
Tal información fue vertida en una reunión efectuada la semana pasada, donde estuvieron presentes diversas personalidades de gobierno, investigadores, integrantes de organizaciones ambientales, turísticas, de actividades náuticas y acuáticas, así como personal del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, donde Laura Georgina Calva Benítez, doctora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), expuso la condición real en la que se encuentra afectada parte de la segunda barrera de coral más grande del mundo, después de la de Australia.
En este sentido, el investigador egresado de la UNAM, Miguel Angel Martínez Morales, integrante de “El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur)”, refirió que el cuidado de los arrecifes es algo primordial, pero que va de la mano con el manejo del agua en tierra, toda vez que este es un factor determinante para el planeta, pero en el caso particular de Cozumel, es más preocupante, porque es un planeta diminuto con muchos habitantes y por ello debe considerarse la disponibilidad del vital líquido, dijo, porque de lo contrario “estaremos a contrarreloj tanto con la vida submarina como con la terrestre”, sentenció.
Abundó al referir que en sus investigaciones han encontrado que para la fauna silvestre, sobre todo en la temporada de sequía, las fuentes de agua son cruciales para su mantenimiento, toda vez que dichas fuentes -como los cenotes- están conectados directamente con el acuífero del cual se abastece la población humana, además de la interconexión real que existe con los arrecifes, considerándose incluso como la capital mundial de especies endémicas terrestres y la variedad en su vida marina, afirmó.
El también biólogo de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Alfredo Cuarón Orozco, reconoció que la presentación que se realizó para informar de la salud de los arrecifes en Cozumel arrojó una mezcla de noticias, primeramente “positivas”, porque era necesario que se realicen los estudios científicos de la situación actual de la vida marina de la ínsula, dijo, porque dicho resultado encendió los focos para determinar que se debe actuar de manera inmediata en el cuidado de los corales, los cuales permiten la principal actividad económica en Cozumel.
Si bien consideró como algo bueno tener tal información, también reconoció que dicho estudio reveló que en la parte terrestre hay malas señales, toda vez que la interconexión que existe entre el manto acuífero de la isla con sus arrecifes, va presentando resultados que incluso podrían derivar en una severa afectación de la flora y fauna, lo que a su vez desencadenaría en la extinción de algunas de las 40 especies endémicas de la ínsula, por lo que consideró que la ciudadanía tiene que ser más cuidadosa con el uso del agua y la disposición final de esta, así como de las aguas residuales, incluso evitar verter aceites al suelo, ya que llegan al manto freático, que a su vez tiene conexión con el mar, y ahí el daño a los corales, dijo.
Durante la presentación de la investigadora Calva Benítez, se informó que entre los arrecifes más afectados hay un porcentaje de poco más del 50 por ciento de “Paraíso”, donde los corales cerebro Pseudoploria strigosa , Diploria labyrintiformis y Eusmilia fastigiata son los que presentan más afectación por el blanqueamiento o “mancha blanca”. Sin embargo, la científica resaltó su asombro porque durante los buceos recientes que efectuó en las áreas de Dalila, El paso del Cedral y Santa Rosa, no había tanta presencia de peces como en otras temporadas, lo que llamó mucho su atención, dijo.
Es de resaltar que la afectación de las diferentes especies del coral cerebro fue detectada desde el segundo semestre del año pasado en arrecifes de Cancún e Isla Mujeres, lo que derivó que expertos y académicos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) que tienen un laboratorio en el municipio de Puerto Morelos, hayan comenzado a realizar algunos mecanismos en busca de mejorar la salud de estas especies, aunque fue a inicio del 2019 cuando dicha epidemia comenzó a impactar los corales de diferentes arrecifes de Cozumel, lo que derivó en que se realicen más acciones de manera conjunta con la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp) y agrupaciones ambientalistas.
En este sentido, los académicos de la UNAM refirieron que los arrecifes de coral no son plantas ni rocas, sino que por el contrario, son animales coloniales de los cuales dependen hasta el 25 por ciento de las especies marinas, incluyendo los quelonios, por ello algunos expertos comenzaron a aplicar antibióticos a los corales en espera de encontrar una recuperación, aunque hasta el momento no ha sido informado de manera oficial si dio o no algún resultado positivo.
Mientras tanto, el problema del daño a los corales de especies ya mencionadas continúa creciendo, y se teme que no logren definir el origen principal de la problemática, pese a que en las investigaciones más recientes se han encontrado con más factores, como la presencia de amibas y otras especies que invaden los corales y evitan su oxigenación, además de que se resaltó que en el caso de las temperaturas submarinas, se observaron que en el mes de octubre del 2018 -cuando se efectuaron muestreos-, las zonas con temperaturas de hasta 31 grados centígrados fueron áreas de la Marina Fonatur, Chankanaab y Palancar Jardines, mientras que las más bajas, con 28 grados centígrados, fueron Santa Pilar y Paso del Cedral.
También se ha dado a conocer que el oxígeno disuelto (OD) se establece como la concentración actual (mg/L) o como la cantidad de oxígeno que puede tener el agua a una temperatura determinada, encontrándose que la zona más baja del OD fue la Laguna Ciega y la Marina Fonatur.
Por parte de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas en Cozumel, que encabeza Brenda Hernández, ha implementado un operativo conjuntamente con el Sector Naval local para vigilar las aguas del Parque Marino Arrecifes de Cozumel, a fin de evitar la sobrecarga de embarcaciones que no cuenten con permisos para operar, resaltando que para dicha área existe un total de 456 permisos de los cuales, 243 son para embarcaciones náuticas y el resto de actividades acuáticas, como los kayaks y motos acuáticas, entre otros.
Al respecto, el presidente de la Asociación Nacionales de Operadores de Actividades Acuáticas y Turísticas (ANOAAT), César Eduardo Zepeda Escamilla, reconoció como preocupante la situación en la que se encuentra una parte importante del Sistema Arrecifal Mesoamericano, toda vez que este arrecife se extiende por casi mil kilómetros a través de las costas caribeñas de México, Guatemala, Honduras y Belice, donde también se están registrando casos de afectación, por lo que reiteró que han trabajado para generar mayor conciencia entre los prestadores de servicios y los socios náuticos, para sumarse al cuidado de la segunda barrera de coral más grande del mundo, debido a que es considerada como la columna vertebral de la economía de los cozumeleños, quienes, confía, desde tierra deberán de hacer lo pertinente para evitar verter contaminantes al subsuelo, debido a la conexión que existe entre ambos ecosistemas, y además, como prestadores de servicios, buscarán coadyuvar con el estrés a las zonas arrecifales.