Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 22 de julio.- Un documento en el que se multa por 3 mil pesos a una empresa internacional, autorizado por el director de Fiscalización, Emmanuel Magaña Cirerol, evidencia que la política del gobierno de Otoniel Segovia Martínez es ensañarse sólo con las microempresas.
“Autoriza: Director de Fiscalización”, dice el documento rubricado por Emmanuel Magaña Cirerol, con fecha 25 de junio de 2019, mediante el cual una empresa multinacional como la Chevrolet es multada con apenas 3 mil 645 pesos con 14 centavos.
La empresa paga por concepto de gastos de ejecución y multa por la exhibición de vehículos en la vía pública esa cantidad, cuando a las microempresas de la capital les imponen multas de 8 mil, 20 mil y en algunos casos se refiere que hasta 60 mil pesos.
Además, el director de Fiscalización no estaba facultado para autorizar el monto que aparece en el documento, cuando ha tomado una actitud de cobrar máximos rangos a los micronegocios de la capital.
Eso sólo muestra la voracidad recaudatoria en contra de los que menos tienen y se observa un gobierno tolerante hacia las grandes empresas.
Al respecto, el regidor Julio Alfonso Velázquez Villegas recriminó esta situación, cuando la ciudadanía resiente que el gobierno aplica los máximos cobros que les permite la ley a las empresas de Chetumal afectando su economía.
“El director de Fiscalización pone una multa a la agencia de autos Chevrolet por tener los vehículos exhibidos en la vía pública por 3 mil pesos, cuando el director no está facultado para poner multas, y además que llega con la multa y el cheque expedido a la Tesorería. Esto pasa, cuando a una persona de una tienda de abarrotes o un restaurante que no hizo trámite a tiempo, pagan multas de 8 mil pesos de manera extemporánea”.
De tal manera, el concejal dijo que no hay proporcionalidad en los cobros del ayuntamiento, y ante los cuestionamientos que han seguido toda la administración a Emmanuel Magaña Cirerol, no se explica cómo se mantiene en el cargo, pues en reiteradas ocasiones la ciudadanía, sectores de la sociedad e incluso regidores han pedido a la presidencia su remoción.
“Es hora de poner a otra persona en su lugar”, dijo ante los señalamientos contra el director por su actuar insensible hacia la ciudadanía.
Como se recordará, en Othón P. Blanco pequeñas empresas son multadas por decenas de miles de pesos, mientras que grandes empresas internacionales gozan de la complacencia de la comuna, todo por las irregularidades que imperan en la Dirección de Fiscalización.
Mientras que a pequeñas empresas quieren hacerles pagar, mediante procedimientos, multas y trámites por más de 8 mil pesos y algunos casos montos superiores a 20 mil pesos, a las grandes empresas les hacen cobros menores a 5 mil pesos. Esto sólo muestra que se mantiene la corrupción en la Dirección de Fiscalización, a cargo de Emmanuel Magaña Cirerol.
En este sentido, cabe recordar que a pesar de la situación económica los micronegocios son blanco de la voracidad recaudatoria del gobierno de Otoniel Segovia Martínez.
Por años los pequeños negocios han buscado alternativas para variar productos y poder hacer frente a las bajas ventas que presentan, situación que ahora está siendo una justificación del gobierno municipal de Othón P. Blanco para recaudar más.
Mientras las políticas del gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, tienen la finalidad de fomentar la economía y apoyar a los que menos tienen, todo lo contrario se observa en el gobierno municipal de OPB por la insensible política recaudatoria basada en el terrorismo fiscal.
Aun cuando los pequeños establecimientos en Chetumal cumplen con sus impuestos y presentan licencias de funcionamiento, ahora los inspectores de la Dirección de Fiscalización tienen la misión de “reventar” a quienes vendan otros productos que no se consideren dentro del giro.
Esta instancia ha tomado una postura extrema de persecución contra los pequeños negocios, mostrando una vez más la falta de tacto, sensibilidad y situación económica que atraviesa la ciudad de Chetumal.
El terrorismo fiscal de Segovia Martínez resulta un exceso y un atropello para los pequeños comercios de la ciudad capital.