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Quintana Roo

La salud de los arrecifes se antepone a las pérdidas monetarias

Por Eva Murillo

De manera inédita y extraordinaria, en Quintana Roo está anteponiéndose la salud ambiental de los arrecifes a las pérdidas que el sector náutico tendrá por el cierre parcial de tres sitios en Cozumel, pues este ecosistema es la principal fuente de empleo y de ingresos de la isla.

Esta medida, pedida por los mismos prestadores de servicios podría servir para mover conciencias de políticos para que legislen en beneficio de la vida marina, de las autoridades que avalan desarrollos costeros aún cuando atentan con el medio ambiente y de los quintanarroenses que usan como fosas sépticas los ríos subterráneos que desembocan en el mar.

Los arrecifes del Caribe mexicano, los cuales dejan millones de dólares de ganancias a una larga cadena de prestadores de servicios, sostienen una guerra mortal, que lamentablemente van perdiendo, contra el síndrome blanco, una enfermedad que acabó en seis meses con la cantidad de corales que se hubieran perdido en 20 años.

La Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema) explicó que los arrecifes de coral son la atracción turística más importante en Cozumel, Puerto Morelos, Punta Nizuc y Punta Cancún, pues atraen a más

de un millón de visitantes por año que pagan aproximadamente 60 millones de dólares a operadores turísticos locales.

Además, añadió que los arrecifes y playas, sostienen la economía turística de Quintana Roo estimada en más de nueve billones de dólares.

Pero además, científicos han asegurado que los arrecifes de coral reducen más del 90 por ciento de la energía de las olas durante las tormentas, por lo que son los protectores ocultos a la vista de la línea costera y un el 60 por ciento de la energía de las olas en condiciones normales ayudando a las playas a no erosionarse.

Por eso, si los arrecifes se degradan, las pérdidas a la infraestructura causadas por una tormenta podrían triplicarse.

Los arrecifes de Cozumel, al igual que los del resto del Caribe mexicano, tienen como principales amenazas la sobre explotación turística que no puede ser controlada al 100 por ciento debido a la escasez de personal en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) que es la encargada de vigilar esas zonas; las malas prácticas al momento de realizar actividades recreativas marinas; la expansión del Síndrome Blanco, acumulación de sargazo en la playa que aumenta los nutrientes (contaminación) en el agua; el pésimo tratamiento de aguas residuales; la falta de legislación que proteja a estos ecosistemas y la degradación de la selva y manglares.

Estado de salud

Los arrecifes de Cozumel se habían mantenido como los de mejor salud en, según el estudio hecho por la Iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable, publicado en 2018, pero desde el año pasado esta condición empezó a ser mermada por la letal epizootia del Síndrome Blanco que en octubre del año pasado llegó a ellos, a tres meses de que fue descubierto en Puerto Morelos.

En uno de los últimos monitoreos realizado por la Conanp y otros científicos en los sitios arrecifales, detectaron que entre un 35 y 40 por ciento de los arrecifes de coral están afectados por el Síndrome Blanco.

Fuertes pérdidas

A finales de 2017 y principios del 2018, se elaboró un estudio de valoración de servicios ecosistémicos para el programa Ecovalor, el cual reveló, entre otras cosas que si el ecosistema arrecifal se degrada se espera que el número anual de turistas disminuya en 12 por ciento al año y considerando la derrama económica actual de en esas fechas se podría tener una pérdida de mil 510 millones de pesos anuales en la economía local.

El dato anterior fue obtenido considerando las tasas de buceo y esnorquel por tipo de visitante, reportadas en el estudio (turistas 78 por ciento y excursionistas 58 por ciento), por lo que al menos 1.8 millones de personas al año se consideran usuarios directos del arrecife de Cozumel que están dispuestos a pagar tres mil 52 pesos por servicios recreativos en un arrecife bien conservado.

Dentro del Parque Nacional de Cozumel está el 85 por ciento de los arrecifes más visitados por el turismo y es la principal actividad en la Isla, la cual no tiene mayor representación en otro tipo de actividades. Los arrecifes son lo que sostiene la parte económica en la ínsula.

Medidas protectoras

En una reunión del Consejo Consultivo del Parque Marino, fue obtenido el voto unánime para cerrar, a partir del 7 de octubre, el Polígono 1 que comprende desde el muelle de concreto al sur de Playa Palancar hasta Punta Chiqueros al otro lado de la Isla de Cozumel.

Con esta medida van a aminorar el estrés al coral y al sito Cielo, además durante tres meses se hará un monitoreo y en enero del 2020, dependiendo de la mejoría de los sitios arrecifales considerarán la reapertura del polígono.

Las “vacaciones” que darán a los arrecifes también servirá para revisar lo que está pasando con el desecho de las aguas negras de los hoteles y Club de Playas en el sur, pues las medidas de sanidad de las aguas negras en esos hoteles están basadas en no afectar la salud de los humanos más no para proteger el arrecife que se encuentra enfrente.

Las Guardia Nacional, la SEMAR y la Capitanía de Puerto se comprometieron en estrechar la vigilancia montando guardia permanente en dicho muelle para evitar el paso de las embarcaciones.

Las organizaciones e instituciones académicas que votaron a favor de esta medida fueron: taxistas, FPMC, agencias consignatarias, API, Asociación de Hoteles, tour operadores, Capitanía de Puerto, Semar, Gobierno del Estado, Gobierno Municipal y la UQROO.

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