Por Salvador Canto
De 250 a 300 raciones de comida diarias, se reparten en el Centro de Capacitación y Comedor Comunitario “Nuevo Corazón Villa de la Paz” que encabeza Juan Carlos Buz, instalado en la calle Rosas, supermanzana 5 (enfrente de la oficina de la CAPA), para ayudar a todas las personas que no tienen empleo porque se han visto afectadas a causa de la pandemia del COVID-19, pero para continuar con esta labor se requiere de más apoyo y donaciones en especie de empresas y ciudadanos.
En entrevista con Por Esto! de Quintana Roo, directivos de dicho espacio de ayuda, señalan que “Nuevo Corazón Villa de la Paz”, está diseñado para aquellas personas indigentes y migrantes que no tienen una capacidad económica o que están en situación extrema.
Sin embargo, se afirma que a causa de la pandemia del COVID-19 “la situación se ha complicado y en este caso, ha dejado en situación extrema a muchas personas y ahora el Comedor Comunitario está abierto para todos”.
“El programa normalmente antes de la contingencia era apoyar durante 30 días a migrantes o indigentes con múltiples servicios, pero ahora, únicamente se está atendiendo la parte de la comida”, afirmó Juan Carlos Buz.
De hecho, recordó que abrieron una extensión del comedor en la región 219, donde hacen lo mismo, pero exclusivamente para adultos mayores donde atienden los días lunes, miércoles y viernes, en tanto que en la del centro lo hacen martes y jueves.
“Ahora con la contingencia, hemos llegado a dar comida a 280 y hasta para 300 personas diarias y todo esto lo hacemos posible gracias a las donaciones en personas, grupo o empresa que nos proporcionan frijol, arroz, lenteja garbanzo, harina y todo esto nosotros vemos la manera de qué preparar para la gente”, comentó el entrevistado.
Sin embargo, planteó que “las personas que tienen buen corazón, los invitamos a desprenderse un poco de lo que tienen, necesitamos más ayuda, que vengan y nos traigan donaciones porque es tiempo de ayudar a quien menos tiene”.
En cuanto al trabajo que hacen como Centro de Capacitación, recordó que la ayuda que se le da al migrante es además de alimentación, a que traten de buscar su regularización y si les faltan documentos, ver la forma de conseguirlos.
Lo mismo con personas nacionales, a quienes incluso se les ofrece capacitación durante 30 días para que aprendan diferentes oficios e incluso, que estudien, pero “si en ese periodo no le ponen intereses, le pedimos que por favor le dejen el espacio a una persona que realmente quiera aprovecharlo”.
Cabe decir que todas estas actividades, actualmente se encuentran paralizadas a causa de la pandemia del coronavirus y únicamente se están abocado a la atención del comedor comunitario.