Quintana Roo registró una caída del 12% en el monto de Inversión Extranjera Directa durante el primer semestre del año, al alcanzar 509.1 millones de dólares contra los 579 millones reportados en el mismo periodo de 2024, de acuerdo con el reporte de la Secretaría de Economía de México.
La información estadística general sobre los flujos de capital hacia el país detalla que, en el caso de Quintana Roo, la mayor parte proviene de nuevas inversiones, con un total de 410 millones de dólares, principalmente de Estados Unidos y España, mientras que el resto corresponde a reinversión de utilidades por parte de empresas establecidas.
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Quintana Roo fue el segundo destino con mayor inversión turística extranjera a nivel nacional en 2024
Para este año, la inversión turística se ha multiplicado, por lo que se espera un repunte hacia el cierre de 2025. Entre la segunda mitad del año y 2027 se proyecta la incorporación de 23 nuevos centros de hospedaje, lo que representa 8 mil 353 habitaciones. De ese total, 11 hoteles con 5 mil 203 habitaciones abrirán antes de concluir el año, lo que confirma la tendencia de crecimiento del sector en la entidad.
El turismo continúa siendo el pilar más sólido de la economía estatal. Cancún, Playa del Carmen, Tulum, y en menor medida Bacalar y Mahahual, mantienen una alta capacidad de atracción de capitales para la construcción de hoteles, resorts de lujo, desarrollos boutique y experiencias especializadas. Las marcas internacionales encuentran en Quintana Roo un alto nivel de ocupación y rápido retorno de inversión, sobre todo en los segmentos de mayor poder adquisitivo.
En el ámbito inmobiliario, inversionistas sostienen que la llegada de nómadas digitales, jubilados extranjeros y profesionales vinculados al fenómeno del nearshoring ha incrementado la demanda de vivienda de media y alta gama. Esto ha motivado a firmas extranjeras a desarrollar proyectos residenciales en zonas urbanas y costeras, tanto para venta como para renta.
El interés por la sostenibilidad también ha impulsado inversiones en energía solar y otras fuentes limpias. Aunque este rubro aún es incipiente, se perfila como uno de los más prometedores a mediano plazo, sobre todo en comunidades alejadas de las grandes ciudades.
La conectividad y la digitalización han dado paso a nuevas apuestas en centros de coworking, hubs tecnológicos y startups enfocadas en turismo inteligente, logística y comercio electrónico, consolidando a Quintana Roo como un espacio atractivo para la innovación.
Sin embargo, la inversión extranjera enfrenta desafíos derivados de la burocracia y los tiempos de gestión para obtener permisos de construcción, impacto ambiental o uso de suelo, los cuales varían según el municipio y afectan la planeación de los proyectos. En algunas zonas, particularmente en Tulum y comunidades rurales, persisten conflictos sobre la propiedad de tierras que generan inseguridad jurídica y representan un riesgo para los inversionistas.
Además, los cambios en las políticas públicas a nivel federal, principalmente en materia energética y de inversión extranjera directa, crean incertidumbre en sectores regulados. A ello se suma la presión ambiental, ya que los desarrollos deben cumplir con normativas ecológicas cada vez más estrictas. No obstante, esta exigencia también ha dado origen a proyectos más sostenibles que atraen a capitales responsables, lo que refuerza la imagen del estado como un destino de inversión a largo plazo.