
Un hotel en este destino turístico tramita ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), permiso para colocar camastros, sombrillas y mesas, restringiendo con ello el libre acceso a la playa.
El proyecto denominado Actividades Turísticas Complementarias en la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), del hotel Emporio, se encuentra actualmente en consulta pública, como parte del procedimiento de evaluación ambiental ante la Semarnat.
“Se colocarán 80 camastros de plástico, 20 balinesas de madera, 40 sombrillas de lona y 40 mesas redondas para servicio, con la finalidad de proporcionar espacios de sombra y descanso. Todo el mobiliario será removible, es decir, que se puede desmontar con facilidad de la zona donde se ubique. En el caso de los camastros, sombrillas y mesas estos serán retirados todos los días al atardecer y serán instalados nuevamente al amanecer”, se lee en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Aunque durante la anterior administración federal se realizaron varios operativos para retirar mobiliario como camastros, palapas, e incluso cercas, mediante las cuales hoteles y clubes privados se apropiaban de las playas en Cancún, de nueva cuenta se han comenzado a solicitar permisos para volver a colocar este tipo de estructuras.

Por ley, no existen litorales particulares
De acuerdo con la legislación en el país, en México no existen playas privadas. Según el Artículo 27 de la Constitución, las costas y la Zofemat son bienes nacionales de uso público, inalienables e imprescriptibles.
En 2020, un decreto firmado por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador reforzó esto al modificar la Ley General de Bienes Nacionales.
Este decreto establece que: “Nadie puede restringir el acceso a las playas marítimas ni a la Zofemat, salvo por razones de seguridad (como contaminación o fauna peligrosa)”.
Los propietarios de terrenos colindantes deben permitir el paso si no hay accesos públicos cercanos, coordinándose con la Semarnat.
Medida económica contra los cierres
Las sanciones por bloquear el acceso incluyen multas de hasta 12 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (alrededor de 1.3 millones de pesos en 2025) y, en caso de reincidencia, la revocación de concesiones.
El reglamento de la Zofemat prevé la figura de concesión para distintos usos de la playa que pueden tramitar privados, como hoteles o restaurantes. Se especifica a detalle el tipo de actividades a realizar bajo estas concesiones otorgadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

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Sin embargo, históricamente se ha abusado de esta figura hasta convertirse en una apropiación de facto por parte de los privados que, amparados bajo la figura de concesionarios, discriminan e impiden el paso de todo aquel que no sea huésped o cliente de sus instalaciones.
El proyecto del hotel Emporio plantea que se extenderá sobre una superficie de playa de 3 mil 346.38 m², otorgada en concesión a través del título No. DGZF-063/18, en una zona con vocación turística y antropogénica, se lee en la MIA de este proyecto.
Pagan impuesto por las concesiones
Hoteleros aseguran que pagan impuestos por tener concesiones en las playas, directamente a la Zofemat, dinero que originalmente iba a un fideicomiso creado para pagar trabajos de recuperación de arenales tras los efectos del huracán Wilma, en 2005, el cual desapareció el Gobierno estatal, pero los gravámenes se siguen pagando.
“De hecho, la hotelería aceptó pagar un aumento del 25 por ciento después de Wilma, para saldar la deuda contraída al regresar la arena a las playas. Los hoteles sin playa no son atractivos; cuando no teníamos playas los hoteles estaban vacíos”, indicaron al exponer que desconocen a dónde van a parar los recursos que se pagan por esas concesiones.