Personal del Centro de Salud Urbano Las Américas, ubicado en la ciudad de Chetumal, dio a conocer que actualmente no cuentan con pruebas PCR-VPH AR, las cuales se utilizan para que las usuarias lleven su control respecto a la presencia del Virus del Papiloma Humano (VPH), mismas que no han sido surtidas desde el pasado 26 de septiembre, de modo que los controles de las pacientes se han visto interrumpidos desde entonces.
Al respecto, la enfermera Irma Ayuso, encargada del Módulo Rosa, explicó que han pasado casi dos meses desde que se quedaron sin las pruebas, las cuales forman parte fundamental de las revisiones y seguimientos anuales que se les realizan a las mujeres de Othón P. Blanco, por lo que todas aquellas usuarias que han acudido después de la fecha señalada no han podido realizar estos procedimientos de salud, y lo mismo ocurrirá con quienes acudan en los días siguientes, puesto que, además, no cuentan con una fecha específica de cuándo volverán a tener las pruebas.
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Incluso durante el mes de octubre que se realizan las campañas por el cáncer de mama, las cuales se complementan con la aplicación de las pruebas PCR, no pudieron llevarse a cabo como acostumbran a hacerlas debido a la falta del insumo señalado, según mencionó; además de que eso las priva de acceder a otros procedimientos como la citología en base líquida, ya que se requiere que primero se realicen la prueba para poder darle seguimiento.
De igual manera, resaltó que la falta de estas pruebas atenta en contra del derecho a la salud de las mujeres, ya que son pruebas altamente necesarias para poder detectar el cáncer cervicouterino en etapas tempranas para poder combatirlo y que de manera particular cuestan alrededor de 3 mil a 7 mil pesos, por lo que la mayoría de las usuarias del Centro de Salud no pueden costearlo por cuenta propia, de modo que se ven obligadas a postergar su seguimiento de salud ginecológica.
En ese mismo sentido, indicó que otra problemática con la que cuentan es la falta de dosis para aplicar la vacuna contra el VPH, la cual, además, sólo es suministrada a los jóvenes y a pacientes adultos que padecen VIH, cuando se trata de una enfermedad que pueda afectar a cualquier edad y que de manera particular también tiene un costo elevado, ya que la dosis oscila entre los 4 mil 500 pesos y el esquema completo es de tres dosis, lo cual sería alrededor de 13 mil 500 pesos, que las usuarias no pueden pagarse.
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Finalmente, Ayuso señaló que las carencias están presentes incluso en cuestiones básicas como la falta de insumos de papelería, falta de sábanas para las camas y otros aspectos que ella misma ha tenido que solventar para poder seguir brindando la atención médica adecuada a las usuarias, como fue el caso de la compra de un espejo que las pacientes utilizan para realizarse sus revisiones de las mamas.
Y también en la falta de capacitaciones presenciales para el personal de salud, puesto que las dependencias involucradas han optado por brindar estas únicamente en línea, lo que priva de la práctica al personal y lo aleja de los casos reales.
