
Después de más de una década sin transporte urbano, la ciudad de Chetumal se encuentra llena de paraderos inservibles que, con la llegada de los nuevos camiones, tendrán que ser reparados o reemplazados, debido al tiempo en que las autoridades los dejaron en el olvido, ya que las estructuras se han deteriorado e incluso algunos están rotos o han sido vandalizados.
Otra de las problemáticas que aquejan a la ciudad capital son los viejos paraderos de camiones que se extienden por diversas partes de esta, toda vez que dejaron de funcionar hace mucho o, al menos, para lo que fueron instalados; actualmente, muchos se encuentran en malas condiciones por el descuido en que han permanecido desde años atrás, por lo que no sirven ni siquiera para que las personas esperen taxis o combis.
En lo que corresponde a los que se encuentran en la zona centro de Chetumal, mediante un recorrido se pudo consignar que las condiciones en que se encuentran son lamentables, ya que todos tienen el acrílico de la parte de arriba roto, por lo que las personas no pueden usarlos ni siquiera para resguardarse del sol que impera en la ciudad.

Asimismo, algunos no cuentan con el asiento que estaba instalado para que la gente esperara el paso del camión, ni existe la señalización para indicar que el espacio aparentemente vacío corresponde a las personas con alguna discapacidad, principalmente, si utilizan silla de ruedas, de modo que pudieran esperar el transporte sin estar expuestos al sol.
Con el tiempo, los paraderos se han convertido en lugares que únicamente sirven para publicitar negocios locales, aunque hasta para eso han sido dejados en el olvido, toda vez que parte de la publicidad que se muestra en estos ni siquiera es vigente, pues continúan promocionando negocios que incluso ya cerraron desde tiempo atrás.
Respecto a ello, las autoridades locales aún no han esclarecido cuál será el destino de los paraderos, si serán retomado y remodelados, reinstalados o, incluso, reubicados de acuerdo con las nuevas rutas que se generarán a partir de la prueba piloto; mientras tanto, figuran en la ciudad como un vestigio de otros tiempos.