
Una trabajadora de la Subsecretaría de Finanzas y Planeación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en Chetumal, denunció de manera pública ser víctima de represalias por parte de su anterior jefe de departamento, en dicha institución, luego de que la agraviada diera a conocer al director de la institución sobre conductas inapropiadas y actos de hostigamiento laboral que el susodicho realizaba en su contra de manera diaria. Derivado de sus acusaciones, la fémina fue reubicada en otra institución, afectando de manera grave su economía y crianza como madre soltera.
De acuerdo con Yarli L., extrabajadora de la Subsecretaría de Finanzas y Planeación de la SSC, hace aproximadamente dos semanas atrás, comenzó a ser objeto de humillaciones, burlas y maltrato psicológico ejercidos por su anterior jefe de departamento, hecho que la motivó a hablar con su director de área, con el fin de buscar apoyo y darle a conocer el “calvario” que estaba atravesando, no obstante, al día siguiente, la agraviada recibió un oficio mediante el cual se le informó que sería reubicada en el Centro de Reinserción Social de Chetumal (Cereso), esto sin ningún tipo de justificación o beneficio:
Esta decisión no responde a una necesidad operativa, sino a un claro intento de forzarme a renunciar por haber alzado la voz frente a una situación de abuso. Es una forma de castigo por no haber guardado silencio, señaló la víctima.
Así pues, la afectada señaló que estos cambios terminaron afectándola de manera directa, dado que por la distancia entre su domicilio y el Cereso, realiza un gasto diario de 220 pesos en transporte, en contraste con los 2000 mil pesos que gana de manera quincenal.
Aunado a ello, la agraviada señaló que estos cambios han interrumpido la crianza de su hija, dado que, por su condición de madre soltera, los superiores le impidieron el uso del dispositivo móvil durante el horario laboral, pese a que la menor solo cuenta con el apoyo de su madre:
Este cambio representa no solo un gasto excesivo de transporte (aproximadamente $220 diarios, lo que supera los $2,000 quincenales, es decir, más de la mitad de mi salario), sino también una grave afectación a mis responsabilidades como madre soltera. Me están afectando emocional, económica y profesionalmente por ejercer mi derecho a denunciar el maltrato, exclamó la afectada.
Por tanto, la agraviada hizo un urgente llamado a las autoridades del Gobierno del Estado, con el fin de tomar cartas en el asunto, así como para exigir que respeten sus derechos como mujer, trabajadora y madres soltera:
Resulta decepcionante que, en un gobierno que se autoproclama "humanista y con corazón feminista", las mujeres y en especial las madres solteras sigamos siendo las más perjudicadas por sistemas que protegen a quienes abusan de su poder, puntualizó la agraviada.