Aunque Cozumel tiene indicadores oficiales de delitos violentos por debajo de otros municipios del estado, residentes, como Pedro Dzul, aseguraron que ha crecido la percepción de inseguridad entre habitantes y visitantes.
Lo anterior, tras la difusión en las últimas semanas de incidentes aislados en redes sociales y por experiencias directas relacionadas con robos menores, lo que ha generado alertas sobre el impacto que esta percepción puede tener en la vida cotidiana y en la actividad turística de la isla, explicó el residente de la colonia Adolfo López Mateos, donde en días recientes se han suscitado delitos de alto impacto.
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Por su parte, María Tamay, vecina de la colonia Emiliano Zapata, mencionó que la inseguridad no se asocia necesariamente a hechos de alto impacto, sino a situaciones recurrentes como robos a motocicletas, cristalazos a vehículos estacionados, hurtos en playas poco vigiladas y conductas de riesgo durante la noche en zonas de bares y áreas con baja iluminación.
Señaló que, aunque estos hechos no siempre se denuncian, generan una sensación de vulnerabilidad que antes no era común en la isla.
Prestadores de servicios turísticos, como Julio Cabrera, reconocieron que, en términos generales, Cozumel sigue siendo percibido como un destino seguro, especialmente en zonas hoteleras, excursiones organizadas y áreas con alta presencia turística.
No obstante, advirtió que la percepción negativa, aun cuando no esté respaldada por un aumento significativo en las estadísticas delictivas, puede influir en la decisión de viaje de futuros visitantes.
“Hoy un video o una publicación se vuelve viral y eso pesa más que cualquier cifra oficial”, expresó.
Datos de la Secretaría de Seguridad Pública indican que Cozumel se mantiene con bajos índices de delitos de alto impacto en comparación con otros destinos del estado.
Autoridades municipales han señalado que se han reforzado los patrullajes, operativos preventivos y la coordinación con corporaciones estatales y federales, especialmente en temporadas de alta afluencia turística.
Vecinos consultados coincidieron en que la percepción de inseguridad no siempre coincide con la realidad estadística, pero sí tiene efectos reales en el comportamiento social y económico.
Por ello, consideraron fundamental fortalecer no sólo las acciones de prevención del delito, sino también la presencia policial visible, la atención a faltas menores y una comunicación clara que genere confianza entre la población.
Consideraron que la brecha entre cifras oficiales y experiencia ciudadana plantea el reto de atender oportunamente los factores que alimentan la percepción de inseguridad, antes de que esta se convierta en un problema mayor.