
La falta de drenaje en Tulum ha desatado una grave crisis sanitaria y ambiental en 14 colonias irregulares, donde habitan más de 6 mil 500 familias. Las consecuencias son enfermedades gastrointestinales recurrentes, proliferación de mosquitos transmisores de dengue y zika, así como contaminación del manto freático, de donde muchas personas extraen agua para consumo diario, expresó Atilano Aranda Rejón, presidente del Comité General Étnico Pluricultural en este municipio.
En estas zonas, sin infraestructura básica, los vecinos dependen de pozos para obtener agua, pero al no contar con sistemas de drenaje, los residuos fecales terminan filtrándose al subsuelo.

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Esto ha provocado que el líquido esté contaminado, generando brotes frecuentes de diarrea, infecciones estomacales y casos de hepatitis A, especialmente en niños y adultos mayores. A ello se suman los malos olores en algunas viviendas, que en temporada de lluvias presentan rebosamientos de sus fosas artesanales.
“La mayoría de las familias usa agua de pozo, pero como no hay drenaje, el manto freático está contaminado. Esto ha traído muchas enfermedades a nuestras colonias. Lamentablemente no vemos un interés real de las autoridades para resolver el problema”, declaró Aranda Rejón.

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Añadió que las autoridades municipales y estatales únicamente han implementado campañas de cloración del agua con pastillas y control de vectores, pero no hay obras de infraestructura destinadas a resolver la falta de drenaje.
Dijo que muchas viviendas cuentan con fosas sépticas, pero son estructuras antiguas, no impermeabilizadas, que terminan filtrando los desechos al subsuelo. Varias de estas fosas ya están llenas y rebosan, generando escurrimientos a la superficie y contaminando el entorno. Pese a ello, no se han realizado acciones de limpieza, mantenimiento ni sustitución por parte de los vecinos.

Como alternativa, el comité ha impulsado la construcción de fosas y biodigestores mediante programas sociales comunitarios, aunque estos esfuerzos no han logrado cubrir toda la demanda, debido a la extensión de la mancha poblacional y los precios elevados para su construcción.
“Los desechos humanos se infiltran en el subsuelo y contaminan el manto freático. Esto afecta cenotes, ojos de agua y sabemos que por aquí hay muchas cavernas, no hay que ser un experto para saber que se afecta a todos ellos y la selva de Tulum”, concluyó el representante.