Turistas nacionales y extranjeros están cancelando sus estancias en este destino turístico ante la acumulación de sargazo en las playas y los fétidos olores que provoca, informó Offner Arjona, presidente de la Asociación de Pequeños Hoteles.
Explicó que, en los hoteles pequeños, de cada tres turistas que llegan, dos se retiran al día siguiente, a pesar de tener reservaciones de tres o cuatro noches. “La mayoría de quienes cancelan son argentinos, brasileños y mexicanos”, detalló.
El fenómeno, que comenzó en los primeros días de mayo, mantiene la ocupación hotelera entre el 30% y 35%, en un periodo ya de por sí considerado de baja actividad.
“El sargazo está afectando directamente la economía local. Si no hay turismo, no hay ingresos, y este destino no cuenta con otra industria fuerte que lo respalde”, señaló Arjona.
Al percatarse de la situación, muchos visitantes optan por cambiar sus planes y trasladarse a destinos como Isla Mujeres o Holbox, en busca de playas limpias y ambientes certificados libres de contaminación.
El tipo de turismo que suele hospedarse en los pequeños hoteles de Playa del Carmen es principalmente sudamericano, con interés en actividades culturales y experiencias locales.
Arjona subrayó que el sargazo no es un problema local, sino global, y llamó a tomar conciencia sobre sus causas, como el calentamiento global y el exceso de consumo. “Debemos reducir el uso de plásticos y ser más responsables con nuestro entorno”, dijo.
Agregó que el crecimiento demográfico y la falta de planeación en los desarrollos turísticos también contribuyen al problema. Por ello, pidió mayor responsabilidad tanto al gobierno como al sector privado y la sociedad civil.
Por su parte, José Gómez Burgos, presidente de la asociación de prestadores de servicios turísticos Xama-Há, denunció que la situación se ha salido de control ante la falta de capacidad de respuesta de las autoridades.
“El personal es insuficiente y la maquinaria no puede entrar al mar sin dañar la zona. Hay presupuesto para el saneamiento, pero no se está utilizando eficazmente. Las barreras contra el sargazo están obsoletas y los turistas ya no bajan a la playa por el mal olor”, advirtió.