
En un intento por resolver de manera pacífica un conflicto por la posesión de tierras, representantes legales del Ejido Playa del Carmen se reunieron este miércoles con un grupo de personas señaladas como presuntos invasores, quienes actualmente se encuentran asentados en terrenos ubicados dentro de la parcela 186.
Durante el encuentro, llevado a cabo en las inmediaciones de la zona conocida como Mayaland, los ejidatarios presentaron títulos de propiedad que datan del año 2014, los cuales, aseguran, fueron donados legalmente por un particular. Estos documentos servirían como sustento de la legítima posesión de las tierras. Sin embargo, los ocupantes pusieron en duda la validez de dichos títulos, lo que prolongó el diálogo por varias horas.

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En todo momento, el ambiente fue tenso pero sin llegar a mayores confrontaciones, gracias a la presencia de decenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes se mantuvieron en vigilancia preventiva para garantizar el orden, sin intervenir directamente en la discusión.
Uno de los puntos clave del encuentro fue el deslinde por parte de los presuntos invasores respecto a cualquier vínculo con José Gómez Burgos, figura que había sido señalada previamente como posible incitador de la ocupación irregular. "No tenemos ningún líder ni relación con él", afirmaron varios de los ocupantes.
Finalmente, y con la mediación de autoridades de seguridad, se logró un acuerdo preliminar, en el cual los ocupantes se comprometieron a revisar los documentos presentados por el Ejido antes de tomar una decisión definitiva sobre su permanencia en el lugar. El subsecretario de Seguridad Ciudadana, presente en el lugar, destacó que el objetivo es evitar a toda costa una confrontación directa o la ejecución de un desalojo forzoso.

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No obstante, las autoridades ejidales dejaron claro que, en caso de que los ocupantes no reconozcan la validez de los títulos y se nieguen a desalojar voluntariamente, se procederá con la denuncia correspondiente y se solicitará una orden judicial para recuperar los terrenos.
Mientras tanto, la situación permanece en una tensa calma, con vigilancia permanente por parte de las fuerzas de seguridad, a la espera de una resolución definitiva.