
Playa del Carmen enfrenta una creciente crisis de violencia intrafamiliar que ha encendido las alertas entre autoridades y ciudadanos. En tan solo los últimos diez meses, el Grupo Especializado de Atención a la Violencia Familiar y de Género (GEAVIG) ha recibido cerca de 11 mil 500 solicitudes de auxilio, una cifra que evidencia la gravedad del problema en el municipio.
De ese total, mil 650 casos involucraron a menores de edad que requirieron algún tipo de protección por parte de las autoridades. Así lo dio a conocer Aurelia Amador Morales, titular del GEAVIG, quien destacó que la mayoría de los reportes están vinculados a violencia psicológica, tanto dirigida directamente a los menores como resultado de ambientes familiares conflictivos, marcados por agresiones entre adultos.

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Lo más alarmante, según la funcionaria, es la concentración de estos casos en zonas socialmente vulnerables, como el fraccionamiento Villas del Sol y áreas invadidas de la ciudad. En estos sectores, la precariedad económica, la falta de oportunidades y la desintegración familiar generan un caldo de cultivo para la violencia cotidiana.
El caso más reciente que ha conmocionado a la comunidad ocurrió el pasado domingo, cuando un menor apuñaló a su padrastro, presuntamente en defensa de su mamá. Amador Morales confirmó que el caso está siendo investigado por autoridades ministeriales y que el menor se encuentra actualmente bajo custodia del GEAVIG, mientras se resuelve su situación legal.

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Frente a este panorama, la titular del grupo reiteró el compromiso de continuar con la labor de atención y protección, sobre todo para niñas, niños y adolescentes, quienes son los más afectados y los menos capaces de defenderse por sí mismos. En un entorno donde el hogar, que debería ser un refugio seguro, se convierte con frecuencia en un espacio de miedo, la intervención oportuna puede marcar la diferencia entre la protección y la tragedia.