
Madre exige a autoridades localizar a su hija Celeste “N”, con discapacidad intelectual y bajo tratamiento psiquiátrico avalado por expediente clínico.
La mujer afirma que la joven está siendo retenida y explotada sexualmente por un sujeto, por lo que acudió a la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos Contra la Mujer para interponer una denuncia por violencia familiar, pero se la rechazaron al considerar que su hija es mayor de edad, relató Mary Rendón Islas.
La abogada Ariadne Song, quien acompaña a la madre, lamenta que las autoridades aseguren que “es tiempo de las mujeres”, cuando no están protegiendo a quienes son víctimas de violencia.
Mary Rendón explicó que, pese a que su hija tiene un tratamiento psiquiátrico, la Fiscalía la rechazó por ser mayor de edad. La abogada Ariadne Song precisó que la madre busca ayuda de manera desesperada: Celeste desapareció siendo menor de edad y ahora, siendo adulta, sigue con su discapacidad intelectual.
Durante la administración pasada, a través de la Casa de Asistencia Social y la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia, Celeste pudo haber sido resguardada, dado que contaba con un tratamiento psiquiátrico avalado por expediente clínico. Sin embargo, esto no ocurrió. Hoy, la madre acudió al Centro de Justicia para las Mujeres de Playa del Carmen, donde interpuso una denuncia por violencia familiar, luego de recibir información de personas cercanas que indican que su hija vive con alguien que la prostituye y la mantiene expuesta al peligro.
La abogada explicó que la pareja actual de Celeste ejerce violencia familiar en diversas modalidades: psicológica, física, sexual, moral, patrimonial y económica, y ha impedido que su hija reciba visitas.

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Ante esta situación, Ariadne Song lamentó la actuación del sistema gubernamental, evidenciando la falta de perspectiva de género, así como de consideración hacia la infancia, la adolescencia y las personas con discapacidad. Señaló que las autoridades parecen miopes, negligentes y omisas.
“¿De qué sirve que las autoridades se vistan de naranja cada 25 de cada mes y ofrezcan cursos sobre derechos humanos, si no pueden atender casos como el de Mary Rendón? Alegan que Celeste es mayor de edad, pero debería ser rescatada y atendida por su discapacidad intelectual”, señaló la abogada.
Lo grave del caso es que la madre de Celeste ahora se encuentra en calidad de investigada e imputada, con medidas de protección que le impiden acercarse a su hija o realizar actos que puedan considerarse molestos o de intimidación. “Lo único que desea la madre es saber si su hija recibe su tratamiento psiquiátrico. ¿Dónde está la atención y protección a los derechos de la infancia, de las mujeres y de las personas con discapacidad?”, cuestionó Ariadne Song.