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El techo de bóveda de la iglesia de San Agustín de Nahbalam, Yucatán, se derrumbó este domingo 7 de octubre minutos después de las 11:00 de la noche.
En el año 2020 iba a cumplir 300 años de existencia esta iglesia. Hoy se suma a otras tantas de Yucatán que sólo quedan como recuerdo de su grandeza y gloria del pasado.
Ubicación
El pueblo de Nahbalam está ubicado geográficamente en el oriente del Estado de Yucatán. Se puede acceder a través de la carretera Valladolid-Tizimin o Tizimín-Valladolid, ambos trayectos están a 160 kms de Mérida. Aunque pertenece al municipio de Temozón está más cercano a Calotmul y es precisamente al llegar a la entrada de este pueblo viniendo de Temozón donde está el entronque a Pocoboch situado a 8 kms y al llegar al centro se sigue a la derecha rumbo a Nahbalam que está a 12 kms. La población está compuesta por poco más de 3000 habitantes. El nombre Nahbalam quiere decir: “La casa del tigre”. A quienes les gusta la aventura de alto impacto o extrema pueden tomar el otro acceso que está a la salida de Temozón con rumbo a una exhaciendita llamada “Santa Rita”, este tramo de 7 kms es para quienes tienen sangre fría en las venas, es una vía en la que hay una veintena de curvas cerradísimas, luego sigue la comisaría de Hunukú distante a 7 kms de Santa Rita; más adelante está otra comisaría llamada Canchechén a 9 kms más y, finalmente, a 4 kms está Nahbalam. El tramo carretero de Canchechén-Nahbalam parece queso gruyere por la infinidad de pequeños huecos en toda la vía. Es un verdadero milagro no caer en uno de ellos. Así pues Nahbalam está a 200 kms aproximadamente de Mérida.
Un emotivo testimonio de fe
El pueblo tiene como santo patrono a San Agustín. Ahora sí es el tercer y último pueblo que lo tiene como patrono (los otros dos pueblos son Tekantó y Loche). Lo celebran con bombo y platillo, corridas de toros, gremios, juegos mecánicos, vaquería, bailes populares, etc. El encargado de la iglesia, don Beto, con una gentileza sorprendente explica detalle a detalle los pormenores de la fiesta, sino que también hace remembranza de algunos de los párrocos que ha tenido la comunidad con cabecera en Espita: Pbros. Víctor González Cabrera (él no fue párroco de Espita, lo era de Sucilá, pero asistía a la fiesta patronal), Felipe Aké Pech, Armín Amílcar Rivero Castillo, Juan Pablo Mex y Caamal y el actual Luis Sansores Polanco. Lo más emotivo fue cuando platicó de su familia con 7 descendientes, de los cuales el primogénito de 17 años de edad falleció en un trágico accidente de autobús en Valladolid cuando retornaba de la escuela a su pueblo Nahbalam y, a los pocos meses, su hija sufrió severas quemaduras en el área del estómago al incendiarse su vestido con una vela. Muchos de sus conocidos le decían que abandonara a Dios porque Dios lo había abandonado y se estaba ensañando con él y con su familia a pesar de ser un servidor de Dios. Él le decía a todos: “Dios es sabio. Él sabe por qué ha sucedido esto. Yo le seguiré sirviendo”.
San Agustín y sus amigos santos
En el interior del templo hay tres imágenes muy parecidas por lo que se puede pensar que se trata de tres imágenes de diferentes tamaños de San Agustín. Pero no. De inmediato don Beto nos saca de nuestro error. La más pequeña es la imagen de San Agustín, la mediana es de San Valerio (que según la creencia fue amigo de San Agustín, pero esto es imposible puesto que San Agustín nació en el año 354 y San Valerio nació en el año 630). La imagen de mayor tamaño es San Ambrosio de Milán, que nació en el año 337 y murió en el año 397. Él bautizó a San Agustín cuando se convirtió ya mayor de edad, fue su maestro y lo impulsó a dar lo mejor de sí a nuestro Dios. Los tres santos son sumamente venerados en la comunidad. El templo católico que alberga a las imágenes sagradas y a las imágenes vivientes de los hijos de Dios, los feligreses, está deteriorándose paulatinamente: el techo de bóveda o cañón ya mostraba largas grietas por donde se filtraba abundante agua cuando llovía, algunos tramos ya estaban “pandeados” y los dos cuartos anexos están destechados y los muros se encuentran severamente dañados por la humedad, el moho y los árboles.