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Por Faulo M. Sánchez Novelo
Aunque tiene problemas para relacionarse fácilmente con los demás, Beatriz Castroe (Beatriz Castro Escalante) se dedica en cuerpo y alma a la caricatura de personajes famosos de la farándula. Y lo hace de manera convincente, pues vive de esa actividad desde hace cerca de dos décadas.
Nació el 17 de mayo de 1978 en Mérida, en el seno de la familia conformada por Clelia Beatriz Escalante Montero (ama de casa) (+) y Wilberto Castro Rodríguez (profesor, escritor, pintor y escultor).
Sus hermanos son Ana María, Eduardo y David. La primera es dentista y los otros dos son ingenieros químicos
--Yo soy la única descarriada, dice entre risas.
Estudió Artes Plásticas en la Escuela de Bellas Artes durante tres años donde conoció y aprendió las técnicas de dibujo y grabado. Uno de sus profesores, al percatarse de sus habilidades, le decía que llegaría lejos.
Desde niña descubrió su habilidad por el dibujo pero su afición por la escultura comenzó hace 18 años, a raíz de la muerte de su madre.
Ese hecho doloroso la sumió en la depresión, hasta que se dijo así misma que tenía que superar esa enfermedad porque estaba a punto de acabar con su vida.
Aunque tiene estudios formales, confiesa que ha aprendido mucho más a través de internet, donde abundan tutoriales sobre técnicas y materiales de dibujo y escultura. Lamenta que por ahora tenga que vender sus originales porque no ha encontrado una forma fácil y económica de reproducirlos.
Influencias
Cuando le preguntó qué artistas han influido en ella, responde sin titubear que los caricaturistas del estudio de animación Hanna Barbera, los de la revista MAD, Los Simpson y los dibujantes de Disney. Por otra parte, le encantan los trabajos del escultor norteamericano Bill Nelson.
Para sus trabajos escultóricos usa plastilina epóxica y sculpey a las que añade color con pinturas al óleo. En cuanto a sus caricaturas, primero dibuja sobre papel con lápiz o carboncillo, luego entinta y colorea con Photoshop.
Subraya que ha aprendido ambos oficios como se debe, es decir, mediante el ensayo y error. Para hacer pequeñas estructuras utiliza papel aluminio y alambres para el soporte, así como cinta de papel.
Expresa que todo empezó como un pasatiempo, aunque reconoce que es caro porque los materiales lo son.
Comparte sus conocimientos con mucha gente afín a las caricaturas o dibujos mediante videos que sube a su página de Facebook. Me muestra algunos de sus numerosos trabajos en su tableta electrónica.
--¿Por qué lo haces?
--Porque sé que hay gente que no puede ir a una escuela y pagar una clase pero sí puede ver internet y aprender, expresa.
Beatriz tiene 5 mil seguidores en Facebook (Beatriz Castro Caricaturista), plataforma digital que le sirve para promover sus obras y venderlas. En ocasiones obsequia algunos de sus trabajos entre sus fans mediante trivias. También por ese medio le llegan encargos.
Mala experiencia
Beatriz ha expuesto en varias plazas comerciales de la ciudad; en el Museo Itinerante de Cantinflas, al que donó un muñeco del mimo y un tablero de ajedrez con diversos personajes que ha encarnado ese notable cómico, así como en casinos y en el Centro Cultural Olimpo.
En una plaza comercial ubicada cerca de la avenida Correa Rachó vivió una mala experiencia: a sus personajes de la Xtabay y El Huaychivo, que se exponían en unas improvisadas casitas de paja, los cubrieron con bolsas de basura porque a una de las coordinadoras de la plaza no le gustaron.
--Ven a buscar tus cosas en dos horas o vamos a sacarlas a la calle, le dijo por teléfono la coordinadora de apellido Berzunza.
Cuando llegó al lugar, guardias de la seguridad de la plaza la rodearon inmediatamente.
--Me sentí como una delincuente, confiesa.
El hecho, que se difundió por las redes sociales, se hizo viral y casi inmediatamente le hablaron de otra plaza situada al oriente de la urbe donde le dijeron que ellos sí valoraban su trabajo. En ese amargo trance recibió un fuerte respaldo de sus seguidores.
--Hechos tan negativos como éste te sirven para forjar tu carácter y ser más fuerte, señala.
--¿Por qué no has incursionado en la caricatura política?
--Porque es un género riesgoso en México. Sin embargo, tengo muchas esperanzas en el nuevo gobierno, añade de inmediato.
Sus creaciones
Me muestra, orgullosa, caricaturas del inolvidable Héctor Herrera Cholo; del antipático Daniel Craig, en su caracterización de James Bond; de la sonriente Margarita La Dios de la Cumbia; del duro Jason Statham; de la insulsa Angelique Boyer; de la curvilínea Ninel Conde; del veterano Antonio Banderas; de los cuasi eternos Pedro Infante y Jorge Negrete; de la pícara y hombruna Márgara Francisca; de Frankenstein; Homero y Morticia Addams, y Lily Monster; personajes de Los años maravillosos, Tom Cruise, Willy Tanner (Alf), Yuri, Jojojorge Falcón, William Levy, Brad Pitt, las chicas de Flans, Selena...
Crea y perfecciona sus personajes en dos días, en jornadas de 8 horas de trabajo.
--Si sabes dibujar puedes hacer esculturas, nos indica con seguridad.
La entrevista tiene lugar en la atiborrada sala de su casa de la calle 79 entre 62 y 64 centro, que es también su estudio, donde apenas hay espacio para desplazarse; charlamos bajo la mirada de las caricaturas de 1.80 metros de alto de cinco iconos del cine y la televisión: Ricky Martin, Chayanne, Marilyn Monroe, Rick Grimes y Daryl Dixon (personajes de The Walking Dead)
En las repisas de su sala hay pequeñas esculturas de su autoría de personajes de la cultura popular como Hermelinda Linda, El Gordo y el Flaco, Mario Bros, Homero Simpson...
--¿Reconocen a éste?, nos dice al fotógrafo Víctor Gijón Cárdenas y al que escribe, mientras nos muestra una caricatura de nuestro Director General, Mario Renato Menéndez Rodríguez, que publicamos hace algunos días.
Beatriz dice que sus "musas" son sus dos perros: Tomate y Cebolla. Tomate usa silla de ruedas porque lo adoptó luego de que sufrió un accidente. Ambos perritos la acompañan mientras trabaja. Ella tiene una bicicleta adaptada para llevar a sus perros. Colabora con asociaciones que promueven el respeto a los animales.
Zona Maya de X´Matkuil
Este año mostrará parte de su trabajo en la Feria Yucatán X´Matkuil en la conocida Zona Maya. Allí estará una atractiva Xtabay (que seguramente enamorará a muchos hombres), un Huay Chivo (que seguramente asustará a muchas mujeres), 27 traviesos aluxes, así como la abuela y el pequeñín de la leyenda del enano de Uxmal, además de dos diosas y dos dioses mayas. También pondrá un alux que la gente podrá tocar y "hacerle maldades", además de otros con los que se podrán retratar.
--Ojalá que a la nueva administración de la Feria de X´Matkuil le interese mi trabajo, que atrae a numerosas personas, pues es una de mis fuentes de ingresos aunque sea anual, dice.
Confiesa que está estresada por la proximidad de la feria.
Para confeccionar los aluxes se inspira en los libros que ha escrito su papá, como el que se titula El origen de los aluxes, seres de la mitología maya que ayudan a los hombres porque así se los ordenó su madre la diosa Ixchel.
Subraya que este año habrá mejor iluminación (luces robóticas) y mejor sonido, pues se escucharán leyendas mayas (ella hace diversas voces y en otras le ayudan sus hermanos)
Sueña con que la Zona Maya se convierta algún día en el Inframundo Maya.
--El próximo personaje que incorporaré, si continúa el apoyo de la Feria X´Matkuil, será Juan Thul. Mi cabeza ya está trabajando para el próximo año.
Los yucatecos y la caricatura
--La gente de aquí sí quiere su caricatura pero no desea que se le exageren sus rasgos, que es el principio básico de la caricatura. Casi no lo aceptan. Además, como la mayoría de los yucatecos tienen la cara redonda da trabajo caricaturizarlos, añade.
Beatriz nos informa que Gabriel Millet Ancona la contrató para dibujar las portadas de El Capitán Tarraya, una revista didáctica para niños que se publica en los EE.UU. y se vende a través de Amazon. Sus caricaturas también figuran en envolturas de galletas de conocida marca yucateca. También ha vendido sus obras a personas de Tokio y España.
Pocas mujeres caricaturistas
Le hago notar que no son muchas las mujeres caricaturistas, al menos aquí en Yucatán.
--Sí, porque nosotras tenemos que trabajar el doble que los hombres y casi siempre nos vemos obligadas a sacrificar algo a cambio de hacer lo que nos gusta.
Una de sus caricaturas más conocidas es "La Mona Lisa yucateca", que una editorial local le compró para reproducir en playeras que tienen buena demanda. Esa Mona Lisa es una mestiza regordeta que luce un modesto hipil, rebozo, lleva en uno de los brazos un sabucán de plástico y, como la de Da Vinci, esboza una sonrisa enigmática.
--¿Cómo te definirías?
--Como una mujer autodidacta, inconforme y con espíritu de superación. Mi papá me dijo alguna vez que tenía que ser mi propia maestra y trato de aplicarlo en mi vida.
No obstante, nos confiesa que a veces tiene ganas de tirar la toalla porque casi siempre carece de dinero hasta para comprar materiales. Ciertamente recibe muchos halagos y reconocimientos por sus caricaturas pero de eso no viven los artistas, también necesitan comer y vestirse.
Como los consejeros áulicos de la antigua Roma, su padre siempre le recita: "Recuerda que eres humana".
--Eso me lo dice para que no se me suban los humos a la cabeza, refiere.
Síndrome de Asperger
--No me resulta fácil socializar. Cuando en un lugar hay mucha gente me bloqueo, tengo que luchar fuerte para superar mi miedo.
--¿Cuándo supiste que eras una persona con Asperger?
--Cuando ya era adulta.
Esa condición hace que tenga movimientos torpes, lo que no deja de ser paradójico pues tiene una motricidad fina envidiable que le permite hacer sus caricaturas y dibujos.
--En la escuela siempre decían: ¡Cuidado, ahí viene Beatriz, que no vaya a tirar algo!
--¿Tu meta?
--Vivir la vida, divertirme con lo que hago y si al final lo que hago le gusta a la gente, me doy por satisfecha. Te tiene que gustar lo que haces, pues, por ejemplo, al trabajar con las plastilinas y otros materiales de escultura te salen ampollas en las manos, las uñas te quedan horribles.
Sus vacaciones consisten en salir con su bicicleta a la Bicirruta --desde La Ermita hasta el Monumento a la Patria-- cada semana, pues no tiene recursos para viajar a otros puntos del Estado y menos fuera de él.
--Los animales --sus perros Tomate y Cebolla-- me han enseñado lecciones muy importantes: que se puede vivir con poco, que la vida es muy corta y que hay que vivirla a gusto.
Le hubiera gustado que su madre viera lo que ha logrado hasta ahora. Ella tenía 20 años cuando murió.
Cuando la recuerda se le humedecen los ojos y la voz se le quiebra.
--La vida me ha golpeado duro, pero a raíz de la muerte de mi mamá descubrí que tenía habilidades para la escultura y desde entonces no he parado. Luego a mi papá le dio una embolia que la paralizó medio cuerpo, pero sus ganas de vivir fueron más grandes que ese percance y aquí sigue conmigo. Él es la fuente principal de mi inspiración y motivación.
Para recuperarse, su padre esculpió en madera el arco de Labná y pintó una última cena al óleo.
--Todo lo que nos pasa en la vida sirve para algo, apunta.
--¿Qué lees?
--Ciencia ficción y literatura fantástica. De lo yucateco me gusta Ermilo Abreu Gómez, en especial Canek. Escucho e interpreto en mi teclado música ochentera porque las letras de las canciones actuales son deprimentes, dice.
El Jeep 2006 de Beatriz luce en el capirote caricaturas de personajes de Star Wars, entre los que colocó a Cebolla. Es también un eficaz vehículo de promoción pues dudo que alguien no le eche un ojo cuando pasa cerca.
Una vez un primo le dijo que vendiera el vehículo porque consumía mucha gasolina, que cada vez está más cara.
--Yo le contesté: ¡estás loco! Ese Jeep es como mi novio: alto, guapo, fiel, me saca a pasear y por eso lo mantengo.
--Me gusta ser el tipo de personas que mueven al mundo no las que se mueven con el mundo. Me gusta ver el aspecto gracioso de lo que me rodea. Mi trabajo tiene que ver con el niño que todos llevamos dentro, ese niño es el que nos permite imaginar, emocionarnos, innovar. El día que ese niño desaparece comenzamos a envejecer.
--Cuando era niña y estudiaba en la primaria y luego en la secundaria fui víctima de bullying (acoso), no solo de mis compañeros sino también de algunos maestros; no tuve una sola amiga, siempre estaba sola, apartada de todos los demás. Pero lo malo que viví ayer lo he transformado en algo positivo hoy.
Era muy callada pero muy observadora: me atraían las sombras que proyectaban los árboles, los edificios, los rasgos de las personas, las formas de las cosas...
Ahora tampoco tengo muchos amigos, pero los pocos que tengo sí me quieren y yo a ellos.
Recomendaciones
--¿Qué recomendación le harías a tus colegas de profesión?
--La vida de un artista plástico es muy difícil, compleja. Por eso mi recomendación a los que se dedican a este oficio es que no se desanimen por las dificultades, por los golpes fuertes de la vida; que siempre tiendan a superarse; las heridas, aunque cicatrizan, en algunas ocasiones duelen, pero hay que aprender a superar ese dolor porque sólo se vive una vez.
--Aunque en ocasiones no tengan dinero para comprar materiales, que no se queden cruzados de brazos. Cuando eres tu propio jefe tienes que ser muy exigente contigo mismo para no quedarte atrapada en el ocio, apunta.
Las instituciones culturales y la caricatura
--Las instituciones culturales tienden a ningunear a los caricaturistas, cuestionan su calidad y les niegan apoyos. Afortunadamente la gente hace muchos años que entendió que la caricatura no sólo es para niños, sino para personas de todas las edades. A los funcionarios no les pedimos recursos sino espacios dignos para promover, exponer y vender nuestro trabajo.
--Mi sueño es ir algún día a Egipto, aunque muchos me dicen que no es como lo ve uno en el cine o en la televisión, que hay mucho calor, muchas moscas, etc.
--¿Por qué a ese país?
--Porque siempre me ha fascinado el misterio, el enigma que rodea las pirámides, las momias; lo mismo que me atrae de la cultura maya.
Al despedirnos, me aprieta fuertemente la mano y manifiesta:
--Muchas gracias, fue una plática interesante y entretenida.
Exactamente lo que yo había pensado decirle.