“Este mamá, este vestido para la cena del 24 y esta blusa para ti; dale, mamá, vamos a llevarlo”, se escuchó ayer en una tienda de ropa en el Centro, donde miles de personas llevan a cabo sus compras prenavideñas.
Algunos adquieren el regalo para el intercambio, otros el mantel de la cena o bien adornos, piñatas, ropa y zapatos, entre otros productos.
Madres de familia, en su mayoría, elegían la ropa con sus hijos o debatían sobre el calzado que deberían usar o la ropa que mejor les resultaba.
Había dificultad para andar por las banquetas porque el número de gente era excesivo, de manera que muchos preferían hacerlo invadiendo el arroyo vehicular, sobre todo si llevaban niños y carriolas.
De acuerdo con información recabada por POR ESTO! entre los comerciantes, desde ayer y hasta el lunes 24 de diciembre esperan las mejores ventas de la temporada.
Ayer los estacionamientos también estuvieron “a reventar”; los letreros de “No hay lugar” eran recurrentes y los automovilistas iban “a vuelta de rueda”.
Explosión de consumismo
La gran mayoría de los ciudadanos llevaba sus compras en bolsas; los más vistosos eran los que cargaban piñatas y sabucanes repletos de dulces. Otros lucían los zapatos de catálogo que habían encargado o bien se les veía con pelotas de colores en redes.
La explosión comercial en el Centro de Mérida comenzó desde ayer con el ir y venir de gente con todo tipo de compras.
“Tía, sólo me falta la envoltura, vamos a la papelería por papel y el moño, porque al de mi mamá ya le compré una bolsa de regalo”, dijo un adolescente, que se organizaba con sus familiares.
Después de las compras se formaron largas filas en los paraderos de camiones y combis para retornar al hogar.
(Verónica Martínez)