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Yucatán

'Dejar algo por mal negocio”: que no funcionó, que no sirvió

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

Y desde luego, no insistir sobre el mismo asunto, toda vez que nada se puede hacer al respecto.

Cuando se emprende una empresa y fracasa, es un ejemplo de ello; En general, el fracaso de algo es un mal negocio. De estas últimas palabras, dice el Dr. Güémez Pineda:

Negocio s.m. 2 Mal negocio. Con el calificativo “mal” antepuesto se quiere augurar algo indeseable. 4 Negocio de Peto. Negocio malo o nada productivo en el que se pierde más de lo que se gana. Se decía de los comerciantes de dicha población que vendían un producto a un precio más bajo de su costo.

Como ejemplo diremos algo más general y más sencillo, muy usado de tiempo atrás en la península:

Orlando el granizadero se encuentra con Elmerón en la esquina Continental como espiando, como si aguardara por algo o por alguien:

-Elmerón -dice el granizadero- ¿qué haces por aquí pegado a ese poste de luz como si espiaras o aguardaras a alguien?

-Sólo estoy haciendo tiempo Orlando, nada de qué preocuparse…

-Pero te noto nervioso… ¿Cuántas horas has estado esperando?

-Como ocho o diez, pero no tiene importancia…

-Dime la neta: ¿A quién esperas, picarón?

-A la X-Marucha… me dijo que nos veríamos aquí a las 6 de la mañana.

-Oye, pero son las 6 de la tarde. Ya oscureció. Yo creo que ya no viene.

-¿Tú crees?

-Sí: déjalo por “mal negocio” y vamos a echarnos un tequila.

-¡Vamos!

La Hora del Poeta

Loa al viajero

Te fuiste hermano, extraño tu presencia.

Sólo el silencio quedóse en la estancia.

Como testigo de tu larga ausencia.

Hemos perdido los valores de tu esencia.

Tus palabras volaron en busca de otro nido.

Desperdigadas, van ya hacia el Oriente.

Donde un sol nuevo anuncia un mundo nuevo.

Un mundo nuevo, de antemano envejecido.

Quedaron se exánimes, quietas e infecundas.

Sólo para reflexión de las mentes. Sin sombras.

De tantas almas yertas, que deambulan sin saberlo.

Ambulantes tempestuosos que dejaste sin sustento.

Que especulan todavía, con tu extraña prosa.

Como palabra de un maestro incomprendido.

Tú, tan siempre vertical, austero, juez ungido.

Por tu palabra siempre certera, para hallar lo perdido.

No importa: hierofante, ahora que te has ido.

Germinará la semilla que Zapata te encomendó.

Te fuiste sin doblez de las rodillas, siempre erguido.

Dando a esta tierra, seca, roja y calcinada, tu valor.

Donde en ella encontraste, amor y abrigo.

Tlaxcalteca fecundo, sembrador de sueños.

Eres: en nuestro suelo, ciudadano del mundo.

Como legado dejaste, tu sabia y profunda prosa.

Azorados quedamos, con tu ingrata partida.

En el tamiz de tus palabras, escurrirán cual gotas.

Tu gran sabiduría de Xamán profundo, sin medida.

Que aprenderemos; para cambiar a la Patria herida.

Tu sonrisa inescrutable, y lejana ya no veremos.

Ni tus profundos silencios, y ronco gruñir, león herido.

En tu peregrinar incansable, de labriego zapatista.

Siempre encontrarás, un nuevo mañana donde vayas.

De errabundo mirar tras la esperanza de un mañana.

De un México que desgarra su cuerpo lentamente.

(Proseguirá mañana)

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