Mario Mex Albornoz advirtió ayer en el IV Seminario Internacional de Periodismo que en su 28 aniversario realizan los diarios POR ESTO!, en el marco de la FILEY, que en muchas zonas de la República sigue siendo un riesgo ser periodista, e incluso en Yucatán hay casos documentados de agresiones contra la libertad de expresión.
Dijo también que, después de más de treinta años de la terrible noche neoliberal, se empiezan ahora a dar los primeros pasos hacia el establecimiento de una nueva época en la que se valore y dignifique el ejercicio periodístico. No obstante –señaló en su ponencia sobre el Periodismo y la Transformación de México–, todavía falta mucho para pacificar a este país y, por consiguiente, el riesgo es constante. Por ejemplo, hace unos días, el 15 de marzo del 2019, fue asesinado en su domicilio de San Luis Río Colorado, Sonora, el periodista Santiago Barroso Alfaro. Con éste suman cuatro los periodistas asesinados en México en lo que va del 2019, para hacer un total de seis en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Es decir, las agresiones y crímenes contra periodistas continúan y se hace necesario que el Estado Mexicano asuma plenamente las funciones de tomar las medidas pertinentes para proteger a los que ejercen esta noble labor de investigar, informar y comunicar.
Oficio peligroso
Si a nivel República el oficio de periodista sigue siendo peligroso debido a los niveles de violencia y censura ejercidos por el crimen organizado, situación desatada por las políticas neoliberales, en Yucatán, aunque con otras facetas, se han cometido agresiones contra periodistas. Estas agresiones toman la forma de bloqueos (en redes sociales o físicamente para que el periodista no tome evidencias de algún suceso); amenazas de agresión física o agresiones físicas de plano, e incluso un caso de amenaza de muerte. Es por ello que diversas organizaciones de protección a periodistas han dado seguimiento a estos sucesos y es preocupante que se intente coartar la libertad de expresión por parte principalmente de autoridades de gobierno. Los ejemplos documentados ocurrieron en Kanasín (Félix Bigman), Seyé (Bartolomé y Edwin Canché Pech), Dzidzantún (José Alfredo Uicab), Ticul (Sergio Iván Chi Chi). Estos casos son los documentados, seguramente otros más no han trascendido o se mantienen en el anonimato forzado.
De tal manera, son varios los problemas que afronta el periodismo en estos tiempos postneoliberales, en donde apenas empezamos a salir de la pesadilla desatada hace unas décadas.
Información condicionada al dinero
Por otra parte, además de la violencia contra periodistas, amenazas, asesinatos, hay un riesgo que corre la libertad de expresión en muchos lugares por la falta de un periodismo libre e independiente del poder. Muchos periodistas, en la búsqueda de financiar sus medios de comunicación, equivocan la noble profesión de informar con la de publicar notas según la cantidad de dinero, financiamiento, público o privado, que reciben. Así, muchas veces la información está condicionada a las cuestiones monetarias, algo que incide de forma negativa en la objetividad y profesionalismo de muchos que se dicen comunicadores.
Hace falta trabajar mucho en lograr que los medios de comunicación y, por ende, los periodistas, gocen de una autonomía que les permita ejercer su labor sin condicionamientos de tipo económico y que las plumas no se subordinen a los grupos de poder o intereses en los gobiernos en turno.
Ahora: ¿Qué medidas ha tomado el régimen de la Cuarta Transformación para apoyar la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo en nuestro país? Desde el pasado mes de enero del 2019, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en una de sus ya clásicas y trascendentales ruedas de prensa, informó que se redujo para este año 2019 el presupuesto del Gobierno de la República destinado a la publicidad del mismo. Dicho presupuesto se redujo a la mitad respecto al año pasado, en el viejo régimen. En el mismo sentido, señaló que se tomarán medidas para transparentar los recursos utilizados en la publicidad oficial, de tal manera que no se dé pie a la corrupción a través de los tristemente célebres sobornos a periodistas y no se tenga que pagar a ningún medio de comunicación o periodista por hablar bien del gobierno o para que deje de hablar mal del mismo o de sus autoridades. Estas medidas son importantes y desde luego que deberían llegar a los Estados de la República y sus respectivos gobiernos, en donde desafortunadamente se sigue con prácticas de control y censura por medios económicos hacia los periodistas, afectando gravemente la libertad de información y de expresión.
A su vez, el régimen de la Cuarta Transformación ha aceptado las 262 recomendaciones emitidas por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, las cuales fueron emitidas al final del régimen anterior. Así, el gobierno de AMLO se ha comprometido a tomar medidas eficientes para la protección de periodistas y activistas. El pasado 16 de marzo se acordó un Plan de Contingencia en la 12a. sesión extraordinaria de la Junta de Gobierno del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. Estas medidas, encabezadas por una Subsecretaría del Gobierno de México, tienen como finalidad la reactivación del mencionado Plan de Contingencia que contiene 52 acciones para prevenir agresiones en contra de personas defensoras de derechos humanos y periodistas. Entre las acciones a seguir en este tema de protección a periodistas están: Recibir asistencia técnica de las Relatorías Especiales de Naciones Unidas, evaluar el cumplimiento de las acciones de dicho plan, establecer fechas límite de alcance de objetivos. Desde luego son de reconocerse estas actividades, pero se requiere sobre todo una sociedad fuerte e informada, y movilizada de forma constante en defensa de la libertad de expresión y de la libertad de prensa –concluyó el también presidente de MORENA a nivel estatal.
Mex Albornoz formó parte en la charla “El periodismo y la transformación de México”, en la que estuvo acompañado por Lorenzo Salas, Jorge Lara Rivera y Jorge Canto Alcocer.
(Roberto López Méndez)