PROGRESO, Yucatán, 14 de abril.- Este Domingo de Ramos, fecha que inicia la Semana Santa, celebramos la entrada triunfante de Jesús a Jerusalén, a la vez la pasión de Cristo, que murió en la cruz para salvarnos. Por lo tanto, el Pbro. Oscar Cetina Vega y el vicario Aarón Esteban Sánchez Bobadilla, realizaron esta celebración decenas de feligreses en el campo deportivo Miguel Hidalgo y Costilla a las 7:30 horas.
En la concelebración, Melquiades Chan Díaz, Diácono permanente, en compañía de ministros de la eucaristía llevaron a cabo la bendición de las palmas en el campo Miguel Hidalgo, este domingo.
El Pbro. Oscar Cetina Vega explicó que en este Domingo de Ramos, la celebración especial es la bendición de las palmas; la homilía es opcional, debido a que lo importante es dar a conocer el significado de los símbolos de fe, como la Entrada Triunfal de Jesús a Jerusalén, la Semana Santa, o como dicen los que peinamos canas la Semana Mayor.
Es la conmoración de la fe de Jesús que fue el único que venció a la muerte, después de su muerte en la cruz, para salvarnos del pecado.
Jesús ha traído la reconciliación y la paz, en esta semana mayor son días de gracia y bendición, en este Año de la Misericordia donde digamos “Hosanna, viva Cristo Rey”.
Previo a las palabras del Párroco Cetina Vega. Melquiades Chan Díaz dio a conocer de los misterios de la entrada del Domingo de Ramos, la Procesión de Fe, la Pasión de Cristo según San Lucas.
“En aquellos tiempos Jesús llegó ante Poncio Pilatos, quien le preguntó: —¿Eres el rey de los judíos?—, a lo que éste le respondió: —Tú lo has dicho.
En las celebraciones de la Pascua, Pilatos puso a Jesús junto a Barrabás, y pidió al pueblo que eligiera a cuál de los dos liberaría, y la multitud pidió que liberen a Barrabás y Jesús sea crucificado.
Por lo cual, Jesús fue entregado a los guardias pretorianos, para que Jesús fuera trasladado al Gólgota (Monte de la Calavera) para su crucifixión, un hecho en que recordamos en la Semana Mayor en lo cual hay que estar en oración continua.
En alguna parroquia donde estuve durante una semana completa, las cantinas eran cerradas para recordar la Pasión de Jesús, aunque esto no sucede en este puerto.
Pero también celebramos la Entrada Triunfal de Jesús a Jerusalén, evento en el cual se llevó a cabo la bendición de las palmas dando inicio a la semana santa para el inicio de “La pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo”.
En la cruz, con Dimas y Gestas, la multitud les decía: ‘si en verdad eres Hijo de Dios sálvate a ti mismo y sálvanos a nosotros’, a lo que Dimas, respondió a su compañero: ¡Calla!, nosotros estamos en la cruz por nuestras acciones, pero Jesús es inocente.
A lo que Jesús responde: —Te prometo que esta tarde estarás en el reino de mi Padre—.
El Evangelio, como buena noticia, y la vivencia del mismo es la ayuda que necesitamos para dar ese paso a la conversión de nuestros corazones hacia Dios, por el sacrificio de morir en la cruz para nuestra salvación.
En el Evangelio, se menciona que donde sea que nos encontremos, el anuncio liberador y festivo de estos días, es decir, vivir y compartir que sí existe el perdón y que es más grande el amor de Jesucristo que nuestros pecados y de que además nos ama con amor de Padre.
Debido a la esperanza y gratitud todos estos días para agradecerle a Nuestro Señor Jesucristo todo que hace y sigue haciendo por nosotros, por lo cual la Semana Santa es momento de conversión, para todos los cristianos”.
(Julio Jiménez Mendoza)