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Yucatán

Pésaj, la Pascua Judía

Por Ana María Aguiar

Es la fiesta de la Primavera o la fiesta de la Liberación que recuerda cuando Moisés sacó al pueblo hebreo que vivía esclavizado en Egipto y lo condujo a la tierra prometida de Canán. Es el Exodo de Egipto que se celebra desde el 14-15 hasta el 21 de Nisán, mes llamado así en el calendario moderno por influencia babilónica porque en el antiguo el mes se llamaba Aviv, porque Aviv es Primavera (en el calendario gregoriano cae entre marzo y abril). (En 2019 se celebra desde la tarde del 19 hasta la tarde del 27 de abril). “Hoy vosotros salís en el mes de la Primavera” (Exodo 13,4). Algún amigo conocedor del tema dijo un día que la Biblia, el Antiguo Testamento, es un libro de Agricultura. Acordemos que así es. Qué bueno sería que alguien reviviera la Agricultura en el mundo, tan olvidada frente a los avances científicos y tecnológicos que muchos creen superiores a los temas que maneja esa sabia ciencia que ha dado qué comer al mundo en muchas épocas.

La fiesta de la Primavera es anterior a la fiesta de la Liberación porque es la ocasión en que se pide que llegue rocío abundante para las plantas. Cuando conocí Tel Aviv, en nuestro primer viaje a Israel, me enamoré de esta ciudad moderna que recibe un nombre tan hermoso: “La Colina de la Primavera”, “porque AVIV es Primavera”. En una ocasión nos alojamos en el hotel Moriah, en la playa, al final del Mediterráneo, y me sentía henchida de presunción sólo de pensar quiénes habían pasado por allí y remojado los pies en sus aguas: David, Alejandro, Napoleón…Tel Aviv, ciudad fundada en 1909 como anexo de la milenaria Yafo, a consecuencia de las grandes olas inmigratorias, simboliza la puerta de entrada al país como disfrutamos en su escudo: un faro sobre un arco de entrada con las olas del mar en la parte inferior.

Pésaj proviene de un verbo que significa “saltar” o “pasar por encima” y se refiere al hecho de que el ángel exterminador pasó por encima de las casas de los israelitas para eliminar solamente a los primogénitos de los egipcios en la última plaga enviada por Dios. Y así Faraón los dejó partir en la noche de Pésaj.

La primera noche de Pésaj, en la cena de fiesta del Séder se vuelve a contar la historia del Exodo pues dijo Dios: “Relatarás a tus descendientes que fuiste esclavo en Egipto y que yo te saqué con mano milagrosa de las garras de Faraón”. El Séder marca el orden de las oraciones y de los alimentos que se ingieren y hay cuatro copas que se van tomando conforme avanza la noche. Estas cuatro copas en algunas lecturas recuerdan a las cuatro matriarcas del pueblo judío: Sara, Rebeca, Lía y Raquel. En otras lecturas se refieren a las cuatro promesas que el Señor hizo a los israelitas: “Os sacaré de Egipto, os salvaré de la esclavitud, os redimiré y os tomaré para Mí como mi pueblo”, pero, me parece oportuno mencionar a estas mujeres que sobresalieron en un entorno patriarcal y machista.

Se suele poner una quinta copa para Elías, el profeta que siempre acompaña simbólicamente a su pueblo en estas fechas y que un día anunciará la llegada del Mesías.

Quiero mencionar una banalidad en una ocasión que a fin de cuentas es agradable: tenemos una amiga muy querida que hoy está en el cielo y que solía tomar de vez en vez una copita de tequila, pues resulta que a veces, en el grupo que nombramos en su honor, ponemos una copa extra para ella y la recordamos como la quinta copa de Eliahu Hanaví..

En el antiguo calendario bíblico Nisán-Aviv era considerado el primer mes del año en recuerdo de la liberación de Egipto y la constitución de un pueblo de esclavo a libre. En el calendario moderno el primer mes es Tishrei porque es el mes de la creación. ¿Cuál de estos hechos es el más importante?

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