VALLADOLID, Yucatán, 20 de abril.- Luego de la muerte de Jesús y recordar las siete palabras ayer hasta la noche continuaron las actividades en torno a las celebraciones pascuales, en donde varias personas se hicieron partícipes.
En esta se destaca la meditación de la muerte del hijo de Dios en la que los invitaron a caminar con María que tuvo que retornar desde el calvario y el sepulcro hasta dónde los amigos la acompañaron en su dolor.
Sin ceder an evasiones ni espejismos ella supo acompañar el dolor de su hijo, sostenerlo en la Mirada, cobijarlo con el corazón, dolor que sufrió pero no la resigna.
La mujer es fuerte del que se tiene y acompaña cobija y abraza. Ella es la gran custodia de la esperanza, de ella aprendemos a decir sí en la testaruda paciencia y creatividad de aquellos que no se achican y vuelven a comenzar.
Con estas palabras se continuaron las celebraciones en la noche del Viernes Santo hasta recuperar el cuerpo de Jesús de manos de los judíos, para ofrecerle una cristiana sepultura de dónde resucitará al tercer día como lo marcan las sagradas escrituras.
Luego de una serie de oraciones, peticiones de dolor al pie de la cruz, decenas de personas escenificaron la recuperación del cuerpo del señor depositarlo en el féretro para llevarlo con rumbo a dónde será depositado en un sepulcro nuevo.
De este lugar al asomarse María en las otras mujeres que la acompañaron al día siguiente, era sólo era sudario pues el cuerpo ya no se encontraba ya había resucitado, según las escrituras. La falta de credulidad de ellas hace que se continúan las actividades.
La mañana del Sábado de Gloria, justo después de que María y Magdalena descubrieran que el cuerpo del Señor no se encontraba en su sepulcro, emprenden una marcha dolorosa para avisar a los demás que el cuerpo del Señor lo habían robado.
Sin embargo, según las escrituras el cuerpo de Jesús ya se había unido con su padre en el cielo pues al tercer día resucitó.
Sin embargo, la gente no lo creía en su momento. Así como hoy muchos no creen en las palabras de Dios.
(Victor Ku Ay